Por causas de la pandemia, no identificar y brindar tratamiento a las personas que tienen hepatitis C y no están diagnosticadas, provoca una progesión de la enfermedad. Aseguró el Dr. Javier Crespo, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva
Eliminar las hepatitis víricas como problema de salud pública en el año 2030 es uno de los objetivos propuestos en la Asamblea Mundial de la Salud y aceptados por la mayoría de los países del mundo.
No obstante, con la llegada del coronavirus, todas las atenciones se han centrado en conseguir una vacuna eficaz contra la COVID-19, así como evitar y reducir su propagación. Es por ello que otras actividades más específicas, como el programa de eliminación de la hepatitis C,en España se ha visto alterado.
“La primera ola de la pandemia del COVID-19 ha producido una enorme crisis sanitaria con miles de muertos en España. Pero, ya estamos observando las siguientes olas, las consecuencias indirectas de esta pandemia. Y, entre ellas, la caída vertiginosa en el diagnóstico y tratamiento de otras enfermedades. Un claro ejemplo son los pacientes infectados con el virus de la hepatitis C (VHC)”, dijo el Dr. Crespo
Durante estos meses prácticamente no se han diagnosticado nuevos pacientes infectados por el HCV y el número de tratamientos iniciados ha sido ínfimo.Lamentablemente algunos de los pacientes diagnosticados y no tratados, pertenecientes a poblaciones altamente vulnerables se perderán.
Esto llevará consigo una progresión de la enfermedad hepática identificada tardíamente, la aparición de cirrosis descompensada, el incremento del número de pacientes que necesitan un trasplante hepático y el desarrollo de una de las complicaciones más temidas de la cirrosis, el carcinoma hepatocelular” continua relatando el Dr. Crespo, que es jefe del servicio Digestivo del Hospital Valdecilla
Entre los desafíos actuales se encuentra el evitar que la pandemia de COVID-19 se convierta en una barrera para la atención de dichos pacientes. “Debemos recuperar de forma inmediata todos los programas de diagnóstico de los pacientes potencialmente infectados por el VHC, e iniciar, de forma inmediata, el tratamiento de los pacientes infectados”
España era uno de los países del mundo mejor situados en el objetivo para eliminar las hepatitis virales y hasta estimaban adelantar el objetivo para el año 2030.
En Argentina, estamos muy lejos de alcanzar la eliminación para el año 2030; aún no se ha implementado un plan nacional exaustivo de búsqueda de personas con hepatitis C y no diagnosticadas.
Existen importantes barreras de acceso al tratamiento específico particularmente en Obras sociales y medicina prepaga,. Lamentablemente también desde junio de 2019 el Ministerio de Salud de la Nación , se quedó sin tratamientos para brindar a las personas sin cobertura de salud. El COVID 19, agrava muchas situaciones de asitencia para la salud , pero no todo es por culpa de la pandemia, al menos en Argentina.
Edición: Hepatitis 2000
Fuente: Consalud