Publicación original Juan Manuel Meza
En el contexto de la salud pública, enfermedades como la hepatitis y la tuberculosis destacan por su impacto en la población y la necesidad urgente de mantener políticas públicas eficaces para su prevención, diagnóstico y tratamiento. A continuación, se detallan los principales puntos abordados en un reciente artículo de Página 12, enfocados en estas patologías.
Hepatitis virales: El Ministerio de Salud argentino pierde el Programa de Hepatitis
El Gobierno Nacional derogó con decreto 1138/2024 emitido por el Ministerio de Salud el día 30 de diciembre del 2024 las Coordinaciones de Hepatitis y Tuberculósis del Ministerio de Salud de la Nación
La Coordinación de Hepatitis Virales fue creada en 2012 con el objetivo de implementar políticas específicas para la prevención, diagnóstico y tratamiento de hepatitis B y C. Esta estructura permitió la creación de boletines epidemiológicos precisos, la entrega de medicamentos antivirales y la capacitación de profesionales, según pudo conocer este medio. Logró avances durante una década y es uno de los nudos de la asistencia y las campañas de prevención para el 2025 y los años que siguen.
En diálogo con Buenos Aires/12, María Eugenia de Feo, presidenta de la Fundación bonaerense HCV Sin Fronteras, describió así los riesgos si no hay medidas como la tomada por el Ministerio de Salud provincial: "La falta de reactivos de test rápidos para hepatitis C hace imposible poder realizar campañas de detección temprana para poblaciones vulnerables que no concurren habitualmente a centros de salud. Sin campañas de comunicación sobre hepatitis virales, las cifras de nuevos diagnósticos caerán drásticamente”.
La detección temprana es clave para frenar la propagación de estas enfermedades. Las ONG habitualmente ayudan a suplir vacíos por parte del Estado pero no pueden reemplazarlo, advirtió de Feo
De Feo también destacó que, según la Organización Panamericana de Salud (OPS), en la región de las Américas cada año se registran 10.000 nuevas infecciones por hepatitis B y 67.000 por hepatitis C, con cifras alarmantes de mortalidad: 23.000 y 84.000 muertes anuales respectivamente. En Argentina, la falta de campañas públicas ha generado un aumento del 40% en las consultas relacionadas con hepatitis virales en su fundación, lo que pone de manifiesto las dificultades de acceso al sistema de salud y a diagnósticos esenciales como ecografías y fibro-scan.
En el caso de la hepatitis B, a pesar de que la vacunación gratuita está disponible en el país, su alcance ha disminuido debido a la falta de campañas de promoción durante el 2024.
Tuberculosis: Un enemigo silencioso
La tuberculosis (TBC) sigue siendo una enfermedad que requiere atención prioritaria. Nancy Ballestin, del Observatorio Social de Tuberculosis de Argentina, alertó sobre el aumento del 11,94% en los casos registrados entre 2023 y 2024, según datos del boletín conjunto de la Coordinación de Tuberculosis y el Instituto CONI de Rosario.
"La tuberculosis es la principal enfermedad oportunista en personas con VIH en Argentina. Sin prevención ni diagnóstico temprano, seguirá avanzando,"* afirmó Ballestin.
Enfermedad profundamente ligada a la pobreza y la desnutrición, la TBC afecta principalmente a poblaciones vulnerables. El tratamiento requiere seguimiento estricto y condiciones mínimas de alimentación para ser efectivo, pero el acceso a estudios necesarios ha sido limitado por falta de insumos y demoras en el sistema sanitario.
Estudios realizados en Brasil por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) demostraron que programas como Bolsa Familia, con enfoque en alimentación y fortalecimiento de la atención primaria, redujeron los casos de tuberculosis en un 51% y las muertes asociadas en un 40%.
VIH y otras ITS: Garantizando insumos esenciales
El Ministerio de Salud bonaerense, liderado por Nicolás Kreplak, anunció que cubrirá los reactivos necesarios para estudios de carga viral, citometría (CD4) y pruebas de resistencia al VIH. Esta medida beneficiará a 36.000 bonaerenses y asegura el monitoreo adecuado de la enfermedad, permitiendo ajustar tratamientos antirretrovirales y mejorar la calidad de vida.
Aunque esta decisión es un paliativo ante una crisis estructural, organizaciones y sanitaristas destacan la importancia de mantener estas medidas en todas las jurisdicciones. Además, subrayan que la distribución de preservativos no solo previene el VIH, sino también otras ITS como la hepatitis.
La importancia de la rectoría nacional en salud pública
Las organizaciones sociales coinciden en la necesidad de una estrategia centralizada y coordinada para enfrentar estas patologías.
De Feo señaló que:
"Es imposible desde la sociedad civil suplir el trabajo programático nacional. Las ONG pueden colaborar, pero no reemplazar la coordinación y rectoría del Estado."
La disolución de coordinaciones nacionales comprometería la articulación entre provincias, fragmentando la respuesta sanitaria. Desde la ONG Observa TB Argentina advirtieron que la tuberculosis está en aumento en el país, agravada por la pobreza y la desigualdad social, y llamaron a fortalecer las políticas públicas con enfoque en derechos humanos.
Reflexión final
La salud pública en Argentina enfrenta desafíos significativos, pero también cuenta con herramientas y estructuras que, si se refuerzan, pueden mitigar el impacto de enfermedades prevenibles como la hepatitis y la tuberculosis. La continuidad de programas nacionales y la implementación de estrategias efectivas en prevención y tratamiento son esenciales para garantizar el acceso equitativo a la salud en todas las regiones del país.
Este artículo fue publicado originalmente en Página 12 y refleja las voces de especialistas, organizaciones sociales y pacientes comprometidos con el avance de la salud pública en Argentina.
Edición : Hepatitis 2000
Fuente: Página 12