La Dra. María Monzón epidemióloga de Venezuela, fue un ejemplo para su país y la región en la lucha contra la hepatitis B
La epidemióloga María Alcalá de Monzón fue una arriesgada y entregada especialista venezolana a quienes las comunidades de pueblos originarios yucpa, barí y japreria de la Sierra de Perijá de Venezuela le deben su supervivencia a la mortal hepatitis B con virus Delta, que acabó con muchas de sus vidas entre los años 70 y 80.
Fue de las primeras médicas zulianas en realizar pasantías en las zonas rurales, a finales de los años 60. Y, tras egresar de la Universidad de los Andes, comenzó a trabajar en territorio rural zuliano, mientras también lo hacía "ad honorem” en el Hospital de Niños, en Maracaibo.
En Sao Paulo, Brasil, se formó en enfermedades infectocontagiosas y medicina tropical, y regresó para seguir en la Unidad Sanitaria de Maracaibo hasta 1978, cuando se convirtió en la epidemióloga del Hospital General del Sur. Ese año estableció el programa de control de hepatitis y salud indígena que dirigió por muchos años y que en 1983 colocó la primera vacuna con la enfermedad tipo B.
Con las muestras de sangre que ella tomó en los años 70 entre los indígenas de la Sierra de Perijá, científicos en Arizona, Estados Unidos, realizaron investigaciones que dieron como resultado la aplicación en los años 80 del plan permanente de vacunación contra la hepatitis tipo B que ha permitido su control y la sobrevivencia de yucpas, motilones y japrerias.
"Con el uso de esta vacuna antihepatitis B se logró controlar la extensión de la epidemia de hepatitis B y así la infección con el virus Delta. Además, al lograr el tratamiento para los pacientes crónicos con hepatitis B o con hepatitis B con Delta se logró mayor disminución de los virus”, recuerda su colega Dalia Rivero, quien trabajó con ella durante todos esos años.
La Dra Monzón falleció la semana pasada,su último cargo fue el de directora de programas de la Secretaría de Salud del estado Zulia.
"A pie, en mula, y otras veces en un jeep atravesaba la Sierra de Perijá durante un día entero. Recorría por más de seis horas, sentada en una canoa, el río Catatumbo para poder llegar a las comunidades más inhóspitas.
En la semana podía viajar hasta tres veces y en ocasiones pernoctaba en un chinchorro con los yucpas durante varios días. La doctora María Alcalá de Monzón, una zuliana nacida un 24 de diciembre en una casita de Santa Lucía, ha dedicado cuarenta años de su vida a la salud indígena.
No es un ángel, algunos la consideran como una samaritana y entre los indígenas la llaman "la madre”, lo cierto es que gracias a su vocación y al espíritu de servicio que emprendió se pudo frenar un brote epidémico de una "extraña enfermedad” que estaba matando a los indígenas en la Sierra de Perijá hace treinta años.
En 1976 comenzó la epidemia de la hepatitis B. El 60% de la población yucpa murió. De 2.600 personas que integraban las comunidades, sobrevivieron solo 1.200. Fallecieron niños, jóvenes, adultos y hasta recién nacidos por la enfermedad que se asemejaba a una fiebre amarilla, pero que a través de los estudios se diagnosticó un resultado de hepatitis B con el virus de la hepatitis Delta.
"Es lamentable que mucha gente se te muera en los brazos y tú no puedas hacer nada. Por eso, me interesé muchísimo en la mortandad que estaba ocurriendo”, dice en nuestra entrevista la doctora egresada de la promoción Tulio Febres Cordero de la Universidad de Los Andes, además especialista en medicina tropical y enfermedades infectocontagiosas; estudio que realizó en Sao Paulo, Brasil
En el siguiente enlace, la entrevista completa que realizó el Portal Panorama de Venezuela a la Dra.Monzón
https://www.panorama.com.ve/experienciapanorama/Fallecio-la-epidemiologa-Maria-de-Monzon.-Lea-la-ultima-entrevista-que-le-realizo-PANORAMA-20190328-0018.html
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Edición: Hepatitis 2000
Fuente: Panorama