Expertos de la Clínica Mayo de Minnesota han descubierto que los pacientes con trastornos hepáticos más severos presentan niveles de suero sódico más bajos que el resto de los afectados, lo que podría ayudar a identificar a los pacientes con peor pronóstico y darles prioridad para que se sometan antes a un trasplante de hígado.
Los investigadores descubrieron que dando prioridad a los pacientes con los niveles más bajos de suero sódico el número de personas que fallecían mientras se encontraban en lista de espera para un trasplante de hígado se redujo un siete por ciento.
El estudio, publicado en el último número del 'New England Journal of Medicine', confirmó que los pacientes que mostraban niveles significativamente más bajos de suero sódico con frecuencia presentaban una acumulación anormal de líquido en la cavidad peritoneal (ascitis), primer síntoma de la cirrosis hepática.
Para un diagnóstico preciso de los niveles de suero sódico, los científicos de la Clínica Mayo han desarrollado el sistema de detección de trastornos hepáticos en fase terminal (MELD, por sus siglas en inglés) que mide, además del suero sódico, el grado de concentración de bilirubina, el nivel de coagulación de la sangre, el riesgo de sufrir trombosis y la concentración de creatinina relacionada con una correcta función renal.
"Al añadir el análisis de los niveles de suero sódico al MELD hemos conseguido precisar mucho el riesgo de mortalidad de cada paciente con trastorno hepático", explicó el director del estudio, el doctor Ray Kim.
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