Día Mundial del Hígado 2025: reflexionar sobre los desafíos del acceso a una alimentación saludable

Cada 19 de abril se celebra el Día Mundial del Hígado, y en 2025 la consigna es clara: “Comida es medicina”. Este mensaje cobra especial relevancia en el contexto del Día Mundial del Hígado, donde la atención se centra en cómo una nutrición adecuada puede prevenir y mejorar enfermedades hepáticas crónicas, como la enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (EMA o MASLD). Sin embargo, esta afirmación nos obliga a hacer una pausa y preguntarnos: ¿la alimentación saludable es realmente accesible para todos?
La realidad demuestra que no. Para millones de personas en todo el mundo, la inseguridad alimentaria convierte el acceso a alimentos nutritivos en un verdadero desafío. Y esta problemática tiene consecuencias directas sobre la salud hepática, especialmente en las poblaciones más vulnerables.
Inseguridad alimentaria: un factor crítico en las enfermedades del hígado
La inseguridad alimentaria no se refiere únicamente al hambre, sino a la falta de acceso regular a alimentos saludables y culturalmente apropiados. Muchas veces, las personas pueden tener sobrepeso u obesidad, pero sufrir desnutrición porque su dieta se basa en productos ultraprocesados, ricos en azúcares y grasas saturadas.

Numerosos estudios han demostrado que estos alimentos están directamente relacionados con la progresión de enfermedades como la MASLD, e incluso con el desarrollo de cáncer de hígado. La paradoja es clara: lo más barato y accesible para muchas personas es lo que más enferma.
Nutrición y salud hepática: entre la prevención y la inequidad
La mala alimentación no solo afecta al hígado. También se relaciona con trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2, la hipertensión, la dislipemia y la obesidad. El estrés psicológico, el estigma social y el autoestigma se suman a la carga que enfrentan quienes viven en contextos de vulnerabilidad. Esta combinación agrava las desigualdades en salud y disminuye las posibilidades de revertir o tratar afecciones hepáticas de forma efectiva.
Si hablamos de nutrición y salud hepática, es clave entender que no todos tienen las mismas oportunidades para alimentarse de forma saludable.
¿Por qué no todos acceden a una alimentación saludable?
El acceso a alimentos nutritivos está condicionado por múltiples factores, más allá de la elección personal:
• Factores económicos: las frutas, verduras y proteínas de calidad suelen tener un costo más elevado que los alimentos ultraprocesados.
• Desiertos alimentarios: muchas comunidades carecen de supermercados o ferias que ofrezcan alimentos frescos.
• Publicidad engañosa: los productos con alto contenido de azúcares, grasas y alcohol se promocionan intensamente en zonas de bajos recursos.
• Falta de educación nutricional: en contextos donde la información escasea, es difícil tomar decisiones saludables.
• Barreras culturales: en ocasiones, no se respetan las costumbres alimentarias propias de pueblos originarios, migrantes o comunidades rurales
Estos condicionantes muestran que hablar de “comida como medicina” sin considerar la equidad en el acceso puede reforzar la desigualdad.
¿Qué cambios necesitamos para garantizar el derecho a la salud hepática?

La prevención y el tratamiento de la MASLD y otras enfermedades hepáticas no pueden depender únicamente del esfuerzo individual. Es urgente implementar políticas públicas que garanticen:
• Acceso universal a alimentos saludables.
• Educación nutricional basada en la diversidad cultural.
• Promoción de mercados populares y ferias comunitarias.
• Programas sociales que prioricen a poblaciones en riesgo.
• Capacitación del personal de salud sobre nutrición y salud hepática.
Además, las políticas deben considerar que cambiar hábitos es especialmente difícil en contextos de carencias múltiples. Por eso, la intervención social y sanitaria debe ser integral.
Una oportunidad en la agenda global de 2025
La Asamblea General de las Naciones Unidas abordará este tema en septiembre de 2025 durante la Reunión de Alto Nivel sobre Enfermedades No Transmisibles (ENT). Allí, la comunidad médica y las organizaciones sociales esperan una Declaración que reconozca el papel fundamental de la nutrición en la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas, incluida la salud del hígado.
Conclusión
No puede haber nutrición como medicina sin garantizar el acceso equitativo a alimentos saludables. En el Día Mundial del Hígado, es momento de reflexionar sobre la necesidad de políticas alimentarias justas, que integren salud pública, inclusión social y respeto cultural. Porque cuidar el hígado empieza mucho antes del diagnóstico: empieza en la mesa de cada hogar.
Fuente: Artículo original adaptado de Global Liver Institute – World Liver Day 2025: “Food is Medicine”... but for whom? Disponible en: globalliver.org