PARANÃ - A dos años de conocerse el contagio con HIV de una joven mujer, que estando embarazada de ocho meses sufrió una transfusión de sangre infectada en el hospital San Roque de Paraná, la investigación podría tomar un giro imprevisto - La declaración del ex secretario de Salud de la Provincia de Entre Ríos, Mario Elizalde, puso en el ojo de la tormenta a los profesionales encargados de analizar la sangre en el hospital San Martín de la capital entrerriana.
La declaración del actual funcionario a cargo de la Secretaría de Lucha contra las Adicciones, mejoraría la situación de los procesados Ricardo Alcain, jefe del área de Hemoterapia del hospital San Roque, y Gabriela Coronel Campana, bioquímica de aquel nosocomio.
Alcain se encuentra acusado de los delitos de Incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona, mientras que Coronel Campana está procesada por Lesiones culposas.
Elizalde declaró ante la jueza de Instrucción Elisa Zilli durante unas tres horas a pedido de la defensa de Alcain. En este sentido fuentes judiciales confiaron a UNO que el testimonio del ex secretario de Salud abre nuevos caminos para seguir investigando, ya que "carga las tintas sobre el personal del hospital San Martín".
Las fuentes consultadas indicaron que Elizalde habría señalado que "en el hospital San Martín ni siquiera habrían analizado la sangre que fue enviada desde el San Roque". De este modo, las culpas podrían recaer en el personal encargado de realizar las pruebas en el San Martín, ya que éste habría informado, sin analizar, que "la sangre estaba bien".
Según la investigación judicial, en el hospital materno infantil San Roque no había reactivos químicos para realizar los exámenes para conocer si la sangre estaba infectada con HIV. Por tal motivo se envió al San Martín y según la opinión del Elizalde el resultado había sido negativo de HIV. Esta declaración sirve para determinar de una vez por todas los grados de responsabilidad, tanto de los procesados como de otras personas que están siendo investigadas por la Justicia.
Ayer trascendió que la jueza Elisa Zilli, a pedido de la querella integrada por los abogados Miguel Cullen, Miguel Retamoso y Gastón Duarte, tomaría declaraciones a nuevas personas.
- Desidia oficial
Por un cuadro anémico, la víctima fue sometida en octubre de 2006 a una transfusión de sangre en el San Roque. Luego dio a luz a una niña y retomó su vida normal, junto a otros dos hijos de 8 y 2 años y a su esposo, ignorando lo ocurrido.
Recién en abril de 2007 una vecina suya, que había concurrido al área de Infectología del hospital San Martín para tratarse por toxoplasmosis, le dijo que se pusiera en contacto con los médicos de ese lugar. Esa vecina, como otros pacientes, había escuchado una discusión a gritos entre los médicos reprochándose lo ocurrido, en la cual se mencionaba el nombre completo de la joven mujer.
Así de casual fue la primera información, y muchas de las siguientes, ya que el peregrinar de esta familia no halló en las semanas subsiguientes respuesta oficial, pero sí numerosos rumores del caso de "contagio por error".
Al cabo de un tiempo, la familia de la víctima recaló en el Juzgado de Instrucción Nº 8 de Paraná, donde se enteró de la denuncia que había formulado el entonces titular del programa Sangre Segura, Carlos Zanaschi, sobre el "error" cometido. Por el escándalo renunció el secretario de Salud, José María Legascue, y el encargado del programa SIDA Eduardo Elías, quien retornó en esta gestión. Además pasaron por la Cámara de Diputados el ministro de Salud Gustavo Bordet y Mario Elizalde, quien reemplazó a Legascue en el cargo y acompañó a Bordet, y Alcain.
Recién entonces, cinco meses después de la transfusión, se le informó que debían realizarle análisis a sus hijos y esposo, ya que existía también riesgo de contagio. Incluso el niño del medio, que al nacer su hermanito tenía 2 años, había vuelto a ser amamantado, lo que aumentaba aún más el riesgo.
A un año del contagio, la familia logró enterarse, a fuerza de preguntar ya que nadie les informó oficialmente, que en realidad las muestras habían sido remitidas de forma incorrecta y por eso los resultados eran parciales. Los abogados de la mujer, Miguel Cullen, Gastón Duarte y Miguel Retamoso reprochan la casi nula atención de parte del Estado y la actitud de los funcionarios por referirse al caso como "un error". En la actualidad la mujer sólo recibe ayuda de la Oficina de Asistencia a la Víctima y su atención médica está a cargo de profesionales de la ciudad santafesina de Rosario. La querella informó que "si bien sigue con la infección, por suerte no se le ha despertado la enfermedad".
- Procesados
Ricardo Alcain deberá responder por tres acusaciones, puesto que omitió notificar al donante que era portador del virus y tampoco alertó al receptor. Y en tercer lugar por el delito de Abandono de persona.
Para los jueces, Alcain hubiera tenido que notificar a la madre que había dado a luz y estaba amamantando a su bebé. Sin embargo, dejó al nene a su suerte.
Por su parte, la bioquímica Gabriela Coronel Campana no registró en el libro de donantes los resultados de los análisis de sangre practicados.
La declaración de Elizalde podría modificar el contexto actual de la causa y responsabilizar a profesionales del San Martín.
APF.Digital - 14 de abril de 2009 - Leer la nota completa