Demi-Lee Brennan, aquejada de una grave enfermedad, tenía nueve años cuando recibió el trasplante en el hospital de infantil de Sidney.
Nueve meses después los médicos descubrieron que había cambiado de grupo sanguíneo y de sistema inmunológico para adoptar los del donante, después de que las células madre del nuevo hígado emigraran a su médula ósea.
Ahora vive con un hígado sano de 15 años, dijo Michael Stormon, uno de los hepatólogos que la tratan, quien intentó en vano encontrar casos similares en el mundo.
"Es sumamente insólito, de hecho no sabemos de ningún otro caso en el que haya ocurrido esto", declaró Stormon en el hospital infantil de Westmead.
"En efecto, se había sometido a un trasplante de médula ósea. La mayor parte de su sistema inmunológico también había cambiado por el del donante", agregó.
La madre de Brennan, Kerrie Mills, calificó el hito de "milagro" y la propia paciente dijo en rueda de prensa que los doctores le habían devuelto la vida.
"No puedo agradecércelo lo suficiente. Es como mi segunda oportunidad", afirmó.
El equipo médico que trató a Brennan está muy interesado en analizar si es posible sacar provecho de este caso, habida cuenta de que el rechazo de órganos del donante por parte del sistema inmunológico del receptor es una de las principales barreras para los trasplantes.
Stormon estima que la niña pudo haberse beneficiado de "una secuencia de acontecimientos fortuitos". Es posible --dice-- que una infección postrasplante haya permitido a las células madre hepáticas de su donante proliferar en su médula ósea, donde se desarrollan las células sanguíneas.
La dificultad estriba ahora en establecer si es posible reproducir este resultado en otros pacientes.
"Nuestro desafío ahora es intentar entender cómo ocurrió", adelantó Stormon.
"El Santo Grial de la medicina del trasplante es la inmunotolerancia. Ella es un ejemplo de que puede ocurrir", concluyó.
Los Andes - enero de 2008 - artículo