Avances en las terapias para tratar la hepatitis C
Nuevos fármacos en desarrollo permitirían vencer al virus que la provoca sin provocar efectos colaterales
Buenos Aires - Más de 100 nuevos casos de Hepatitis C por año se detectan en la Unidad de Hepatología del Hospital Rossi, centro referencia en La Plata en lo que se refiere a esta enfermedad, según indica el especialista platense José Curciarello. Curciarello destaca los avances registrados en los últimos años en el tratamiento de la dolencia, que se espera se profundicen en un lapso de entre 3 y 5 años a través del desarrollo de nuevas drogas más eficaces y que eliminen los efectos colaterales de las actuales terapias. Pero advierte sobre la necesidad de generar más conciencia con el objeto de extender los testeos y mejorar la detección para favorecer el diagnóstico y tratamiento precoz.
La razón es que se trata de una enfermedad silenciosa y asintomática que muchas veces avanza sin ser detectada hasta que empiezan las complicaciones serias. Según los datos manejados por la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático del Hospital Universitario Austral hoy el 10% de quienes la padecen no lo saben y sólo el 1% del total está en tratamiento en Latinoamérica.
La necesidad de fomentar el diagnóstico precoz de esta enfermedad para evitar que derive en complicaciones como la cirrosis o el cáncer hepático fue una de las conclusiones saliente de la V Reunión Latinoamericana de Hepatitis que se realizó esta semana en Cancún.
"Nos encontramos frente a una época revolucionaria en cuanto al tratamiento de la hepatitis C por el desarrollo de nuevas drogas, entonces el desafío hoy ya no es la cura, que se consigue, sino la accesibilidad", indicó a el médico hepatólogo Marcelo Silva, quien participó de ese encuentro.
Según indicó el hepatólogo Fernando Cairo, "hasta el año pasado los pacientes con hepatitis C eran tratados con interferón y rivabirina y tenían una tasa de curación del 50%. Pero en 2012 comenzaron a utilizarse nuevas drogas que son inhibidores de la proteasa y que permitieron aumentar este porcentaje de curación hasta el 80% en aquellos pacientes que no habían aún recibido ningún tratamiento".
Por su parte, Silva señaló que "los inhibidores de proteasas han sido sólo el comienzo de esta nueva etapa que, en cinco años generará tratamientos más eficaces".
"Por eso -insistió- es que ahora más que nunca el trabajo lo debemos centrar en concientizar, incrementar el testeo y garantizar la accesibilidad a los tratamientos".
Para el platense José Curciarello, quien durante años se desempeñó al frente de la Unidad de Hepatología del Hospital Rossi, el próximo encuentro, que reunirá a los profesionales de la especialidad en Holanda es clave.
"Con las nuevas terapias recientemente incorporadas, se logra reducir la presencia del virus en un 80 o un 85% y podemos hablar de una infección controlada, aunque todavía con algunos efectos secundarios. Pero en un lapso de entre 3 y cinco años se apunta a reemplazar estas drogas por otras que no provocan efectos secundarios y que pueden llegar a hacer indetectable el virus", explicó el especialista.
Es en este marco que los profesionales subrayan la necesidad de extender los controles, promoviendo que la población se realice el test y que profesionales lo ofrezcan.
El virus de la hepatitis C se transmite por exposición a sangre infectada a través de transfusiones de sangre o derivados y trasplantes de órganos; inyecciones administradas con jeringas contaminadas; lesiones con material cortopunzante en el ámbito sanitario, y por medio del consumo de drogas inyectables. Las madres infectadas pueden transmitir el virus a sus hijos en el parto, en tanto la transmisión por relaciones sexuales es menos frecuente.
"El test para detectarla es muy sencillo y está disponible en la mayoría de los hospitales. En algunos países, como España, se ha decidido hacerlo universal, para detectar tempranamente un mayor número de casos", indicó Curciarello.
Quilmes Presente - Argentina - 27 febrero de 2013 - Nota completa