Por Bruce Gellin presidente de Inmunización Global en el Instituto de Vacunas Sabin.
Si bien la salud pública es más que las vacunas, la salud de la población de un Estado, sigue estando determinada en gran medida, por las vacunas y los programas de vacunación
Las enfermedades infecciosas han dado forma a la historia de la humanidad desde hace mucho tiempo, desde la plaga de Atenas (430–427 a. C.) que mató a alrededor de un tercio de la población ateniense, la Peste Negra en el siglo XIV que mató alrededor del 30 al 60% de todos los europeos, y 1918. –19 pandemia de influenza que se cobró la vida de al menos 50 millones de personas en todo el mundo.
En los 8 meses transcurridos desde la aparición del SARS-CoV-2, más de 600 000 personas en todo el mundo han muerto a causa de COVID-19 hasta el 21 de julio de 2020. Ningún sector de la sociedad se ha librado y el ajuste de cuentas económico y social completo será sombrío por cualquier cuenta. Los economistas estiman que el crecimiento económico mundial podría caer entre un 3% y un 6% y el comercio mundial podría disminuir entre un 13% y un 32% en 2020.
Se han utilizado medidas tradicionales de salud pública para mitigar la propagación del virus y se han aplicado cierres comunitarios en muchas áreas. Mantener estas medidas ha sido un desafío. Viviremos con los trastornos sociales y económicos de la pandemia durante algún tiempo.
Dado que solo la inmunidad de toda la población pondrá fin a la pandemia, se ha realizado un esfuerzo sin precedentes para desarrollar rápidamente vacunas seguras y eficaces que puedan desplegarse a nivel mundial. Actualmente, la OMS está rastreando más de 140 candidatos a vacunas, con 24 de ellos en desarrollo clínico en julio de 2020.
Las vacunas y sus beneficios sociales y económicos
Este año , Gavi, The Vaccine Alliance , una organización fundada en el principio del acceso equitativo a las vacunas que salvan vidas al abordar el lado del suministro de la vacunación, celebró su vigésimo aniversario.
Gavi ha ayudado a vacunar a más de 760 millones de niños en países de bajos ingresos, evitando más de 13 millones de muertes. Más allá de sus obvios beneficios para la salud, los programas de vacunación tienen beneficios económicos y sociales indirectos, que incluyen el desarrollo cognitivo, el nivel educativo, la productividad laboral, los ingresos, el ahorro, la inversión y la fertilidad.
Debido a que el impacto total de las vacunas requiere una amplia aceptación pública para lograr la inmunidad a nivel de la población, desde sus primeros días, las políticas de vacunación han estado sujetas a un debate político e ideológico, enfrentando los derechos individuales contra la salud pública.
Los orígenes de las dudas contra la vacuna, se remontan a las leyes de vacunación obligatoria contra la viruela ,reconocida por la OMS en 2019 como una de las diez principales amenazas para la salud mundial, y el hilo de esta larga historia continúa en la actualidad.
Poniendo todo esto en un contexto cultural y científico, el nuevo y convincente libro de Heidi Larson Stuck: How Vaccine Rumors Start — and Why They Don't Go Away analiza la dinámica del debate en evolución a través de la lente de un antropólogo que ha estado estudiando la confianza en las vacunas. por décadas. Escrito en gran parte antes de que surgiera el COVID-19, este libro es oportuno ya que el mundo tiene sus ojos puestos con nostalgia en una vacuna COVID-19.
"La calidad de vida que la mayoría de nosotros disfrutamos hoy depende de las vacunas"
Como señala Larson, “la calidad de vida que la mayoría de nosotros disfrutamos hoy depende de las vacunas. En muchos sentidos, es uno de los mayores experimentos sociales mundiales de colectivismo y cooperación en los tiempos modernos. El desafío es que depende de un contrato social cuyo tejido se está erosionando en un contexto más amplio de antiglobalización, nacionalismo y populismo. Las vacunas pueden, como lo han hecho en el pasado, servir como una forma de diplomacia blanda para mantener vivo al menos un nivel fundamental de cooperación global ”.
La base que sustenta la aceptación de la vacunación es la confianza
Confianza en la vacunación
La base que sustenta la aceptación de la vacunación es la confianza. Confianza en los procesos, prácticas y políticas de desarrollo, licenciamiento y fabricación de vacunas; en los formuladores de políticas que establecen recomendaciones de vacunas; y en el sistema de atención de la salud: los médicos, las enfermeras y los inmunizadores comunitarios que administran las vacunas como parte de la atención de rutina y durante las campañas masivas de vacunación.
Sin comprender y abordar la confianza, los esfuerzos para mejorar la confianza en las vacunas serán muy cuesta arriba. Ese será sin duda el desafío cuando lleguen las vacunas COVID-19, especialmente teniendo en cuenta las muchas tecnologías nuevas de vacunas que se están probando y la velocidad a la que se están desarrollando.
El libro de Larson se basa en una amplia gama de hallazgos de su Proyecto de Confianza en las Vacunas que ha establecido un sistema de vigilancia de la información para la detección temprana de las preocupaciones del público en torno a las vacunas. A partir de este gran cuerpo de trabajo, Larson explora varios temas importantes en Stuck: rumor, dignidad, desconfianza, riesgo, contagio emocional, elección, el poder de las creencias sobre los hechos y el poder de las historias sobre los datos.
Su análisis de estos temas cubre una amplia gama de eventos, entornos y países, incluidos los ensayos de la vacuna contra el virus del Ébola en África occidental, la vacunación triple vírica de rutina en la comunidad somalí en Minnesota, EE. UU., La vacunación contra el virus del papiloma humano en Japón y Colombia, la introducción de la vacuna contra el dengue en Filipinas, y las ramificaciones de una campaña de vacunación contra la hepatitis simulada inspirada por la CIA en Pakistán como parte de la búsqueda de Osama bin Laden.
El equilibrio en la toma de decisiones sobre vacunación
El cálculo de la toma de decisiones sobre la vacunación es el equilibrio entre beneficio y riesgo junto con la incertidumbre ; son estos mismos elementos los que generan rumores. Dado que ninguna vacuna, ni ningún producto médico, está libre de riesgos, siempre habrá un terreno fértil para los rumores.
El desafío, es "manejar los rumores y mitigar las tácticas de miedo intencionadas mientras se presta atención cuando surgen evidencias importantes que necesitan más investigación". Estas no son expresiones que deben ser anuladas, sino señales que requieren una comprensión más profunda no solo de por qué surgieron, sino por qué se quedan.
A pesar de los enormes avances que se han obtenido al hacer que las vacunas sean más accesibles y asequibles y los programas de administración que las hacen disponibles, ha habido un estancamiento en la aceptación de la vacuna.
Si bien la vacunación sigue siendo la norma social en todos los países, esta meseta en la aceptación junto con los brotes de enfermedades prevenibles por vacunación ha llevado a un enfoque más agudo en la calidad de los servicios de vacunación y en la última pulgada del último kilómetro: la decisión de aceptar o rechazar una vacuna que está disponible y que se ofrece.
Vacunas , antes y despues de COVID 19
En la era anterior al COVID-19, el sarampión era una prueba de fuego. Los casos notificados de sarampión aumentaron a nivel mundial en un 300% en los primeros 3 meses de 2019 en comparación con el mismo período en 2018, con brotes en todas las regiones.
En el futuro, las vacunas COVID-19 ahora en desarrollo serán nuestro estudio de caso. Aunque muchas otras medidas, por ejemplo, vigilancia, pruebas, rastreo de contactos, aislamiento, cuarentena, distanciamiento físico, lavado de manos, provisión de EPP, inversiones en investigación y sistemas de atención social y de salud resilientes, y apoyo socioeconómico, entre otros, son elementos clave en la Respuesta COVID-19, un objetivo a más largo plazo es la posibilidad de inmunidad a nivel de población a partir de una vacuna. Por lo tanto, no es de extrañar que la carrera para desarrollar vacunas COVID-19 esté funcionando a toda máquina.
Sin embargo, incluso antes de que cualquiera de las muchas candidatas a vacunas haya superado el riguroso desafío de las pruebas clínicas para demostrar la seguridad y la eficacia, las expectativas para una vacuna COVID-19 son irrealmente altas.
Presentadas como las salvadoras de nuestra difícil situación actual, en algunos sectores se habla de las vacunas COVID-19 como si fueran 100% efectivas y 100% seguras, barras que aún no han sido aprobadas por una vacuna o producto médico. Si no restablecemos adecuadamente expectativas tan altas, podrían alimentar aún más la narrativa que cuestiona el valor de las vacunas de manera más amplia.
Como si esa cuesta arriba no fuera lo suficientemente empinada, ya hay una charla global (los rumores, la desconfianza y los incendios forestales) en torno al virus y las vacunas. Estos elementos están contribuyendo a lo que el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha caracterizado como una “infodemia”: las fake news que “se propagan más rápido y más fácilmente que este virus”, que entremezcla desinformación y desinformación sobre el COVID-19 y las vacunas.
Desinformación, información errónea = desconfianza
“Infodemia”: las fake news que “se propagan más rápido y más fácilmente que este virus”, que entremezcla desinformación y desinformación sobre el COVID-19 y las vacunas.....Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus
Pero Larson,en su libro, enmarca el problema central: "no tenemos un problema de desinformación, tenemos un problema de relación". La información errónea se puede eliminar, pero la desconfianza subyacente que la ha causado y ha permitido que se pegue permanece.
En lugar de contrarrestar y descartar los rumores, Larson alienta a la comunidad de salud y otras partes interesadas a escuchar estos rumores y reconocer lo que dice la gente. Estos análisis pueden revelar problemas más profundos, como la sensación de estar privado de sus derechos y no ser escuchado. Es a partir de estas ideas, argumenta, "se encuentran las claves para construir relaciones nuevas y más confiables".
Es posible que la intención no prediga el comportamiento, pero no debemos suponer que cuando se desarrollen las vacunas COVID-19 serán bien recibidas por todos. Una encuesta de EE. UU. En mayo de 2020 encontró que solo la mitad de las personas encuestadas dijeron que tomarán una vacuna COVID-19 y muchas no están seguras.
En una encuesta realizada esta primavera por el Proyecto de Confianza en las Vacunas de Larson, una quinta parte de los encuestados suizos y el 18% de los franceses rechazarían una vacuna COVID-19. Una encuesta de YouGov más reciente en el Reino Unido encontró que casi uno de cada seis adultos británicos dijo que probablemente o definitivamente rechazaría una vacuna COVID-19 y otro 15% no estaba seguro.
No solo necesitaremos monitorear este sentimiento a lo largo del tiempo, sino que también necesitaremos una comprensión más profunda de las implicaciones de la charla en las redes sociales, las redes sociales y las normas sociales y su impacto en la toma de decisiones de vacunación.
“Hoy nos encontramos en la situación paradójica de tener una mejor ciencia de las vacunas y más regulaciones y procesos de seguridad de las vacunas que nunca antes, pero un público que duda” Heidi Larson
Vacunas seguras, efectivas
También hay motivos para la esperanza. El año pasado, la encuesta de Wellcome Global Monitor a más de 140 000 personas de más de 140 países encontró que el 72% confía en los científicos y el 79% y el 84%, respectivamente, están de acuerdo en que las vacunas son seguras y efectivas.
Pero la esperanza no es una estrategia y es necesario abordar los complejos desafíos relacionados con las dudas sobre las vacunas que el libro de Larson ilumina. Ella captura en una sola oración el meollo del problema:
“Hoy nos encontramos en la situación paradójica de tener una mejor ciencia de las vacunas y más regulaciones y procesos de seguridad de las vacunas que nunca antes, pero un público que duda”.
Para evitar quedarse atascado antes de que las vacunas COVID-19 estén disponibles, se necesitarán esfuerzos concertados por parte de la salud y otros sectores, los gobiernos y la sociedad civil para explicar lo que sabemos .
Difundir sobre las vacunas que han sido aprobadas para un uso generalizado, sus beneficios y riesgos, y el valor para las personas y comunidades que defienden la vacunación. Será crucial que tales esfuerzos se escuchen, e involucren a todas las comunidades a nivel local.
A medida que la pandemia de COVID-19 arrasa el mundo, dejando a su paso enfermedades, muerte, estigma, sospecha y miedo, el desarrollo de la vacuna COVID-19 está corriendo un maratón .
El autor de este artículo,Bruce Gellin presidente de Inmunización Global en el Instituto de Vacunas Sabin, destaca .... “Aún tenemos que ver cómo saldremos de esta crisis. Quizás nos hemos sentido lo suficientemente conmovidos como para despegarnos de nuestras viejas costumbres y estar abiertos a un nuevo futuro ".....
Edición y Traducción : Hepatitis 2000