La geoquímica al servicio de la investigación contra el Cáncer
Un equipo internacional liderado por geoquímicos franceses del laboratorio de geología Lyon-Terre, Planète Environnement (CNRS, ENS Lyon, Lyon 1) y oncólogos del Inserm proponen un nuevo enfoque para controlar el cáncer. Su técnica se basa en herramientas desarrolladas en ciencias de la tierra, como las proporciones de isótopos estables de cobre y azufre.
Los científicos midieron la relación de isótopos de cobre (65Cu / 63Cu) y azufre (34S /32S) en la sangre de pacientes con cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular), y las medidas fueron comparadas con un grupo control. Los resultados muestran que las proporciones de isótopos de azufre y cobre son muy diferentes entre los dos grupos. La sangre de los pacientes se enriquece en isótopos de cobre (Cu 63) y azufre (S 32) en comparación con el grupo control.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), supone un importante paso adelante. En primer lugar, muestra que el exceso de cobre en la sangre de pacientes con cáncer no es de los alimentos. De hecho, la proporción de isótopos de cobre de la sangre de los pacientes no es típica de la de los alimentos que normalmente contienen isótopos mucho más pesados de cobre. Esta firma isotópica particular, determinará el origen fisiológico del cobre excedente. Los médicos podrían entonces bloquear eficazmente el desplazamiento del cobre hacia los tumores, ya que el cobre es de alguna manera el combustible que permite el desarrollo de tumores.
Interdisciplinariedad contra el cáncer
La investigación abre nuevas perspectivas para seguir la evolución de algunos tipos de cáncer. Mediante el estudio de las relaciones de isótopos de cobre en los tumores de hígado, los científicos han descubierto que estos tumores contienen más isótopos de cobre 65 que el tejido sano adyacente. Cuanto más grande es el tumor, contiene más cobre 65, y este isótopo estaría menos presente en la sangre. Por consiguiente, el alcance del cobre 65 perdido en la sangre podría proporcionar información sobre la evolución de los cánceres y, por tanto, permitir tratamientos específicos más eficaces.
En cuanto a los isótopos de azufre, el origen de las diferencias observadas entre la sangre de los pacientes y el grupo control está probablemente relacionado con la elevada producción de sulfuro de hidrógeno por las células cancerosas, pero esta hipótesis aún no se confirmó. Más allá de los descubrimientos realizados durante el estudio, se demuestra por primera vez la ventaja de la colaboración interdisciplinaria e internacional en la investigación médica.
Por: Rafael Barzanallana, experto en Ciencia - En: Blasting News - Nota completa