Por cada infectado de VIH hay cuatro del mal hepático, advierten especialistas; sólo entre 1 y 3 por ciento sabe que tiene el virus, en tanto, el resto lo puede transmitir
Ciudad de México - La hepatitis C es una enfermedad que no ha sido tomada con la seriedad que tiene, advierten especialistas en el marco del Día Mundial de las Hepatitis que se conmemora el próximo 28 de julio, quienes aseguran que por cada caso de VIH hay cuatro de ese mal hepático.
En México se calcula que la prevalencia de hepatitis C es de 1.4 por ciento de la población, pero sólo entre el uno y tres por ciento sabe que tiene el virus, de modo que el resto lo desconoce y lo puede transmitir.
Uno de los mayores problemas con la enfermedad es que es asintomática y puede permanecer así hasta por 30 años, cuando el daño al hígado ya es mayor.
La doctora Ruby Ann Chirino, secretaria de relaciones internacionales de la Asociación Mexicana de Hepatología, explicó que cuando los síntomas crónicos se presentan, es porque el organismo ya tiene complicaciones o descompensación de la función hepática, por lo que entre el uno y cuatro por ciento de los pacientes tiene un riesgo mayor de hepatocarcinoma.
"Esto obliga a hacer pruebas de diagnóstico solo por el simple hecho de tener factores de riesgo, entre ellos haber sido transfundidos antes de 1992, ser usuarios de drogas inteavenosas, piercings o tatuajes o riesgo de transmisión sexual, principalmente”, indicó.
En ello coincidió la gastroenteróloga Margarita Dehesa Violante, para quien el mayor reto de la enfermedad es llegar a todos los enfermos.
"La hepatitis C se cura, pero para eso la gente tiene que diagnosticarse. Hay que hacer equipo y protestar para que esta enfermedad sea tomada con la seriedad que conlleva, tal y como lo hicieron los enfermos con VIH”, dijo.
EL PAÍS CARECE DE UNA ESTRATEGIA
"México no tiene un programa específico para hepatitis C”, advierte el doctor José Luis Cañadas, director médico de los laboratorios Abbvie, quien destaca que sólo 37 por ciento de las naciones integrantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tienen un plan nacional para prevenir y controlar este padecimiento, y nuestro país no está contemplado.
Añade que la gravedad de este problema es la falta de información generalizada no sólo por parte de la población, sino de los propios médicos.
El doctor César Rivera Benítez, jefe de infectología del Hospital General de México, destacó que en México alrededor de un millón y medio de personas padece hepatitis C y la gran mayoría (85 por ciento) evolucionará a la forma crónica, cirrosis o cáncer hepático.
"Considerar que porque no nos sometimos a transfusiones estamos exentos es un error; pues entre 10 y 15 por ciento de pacientes ni siquiera identifica la causa o factor de riesgo”, dijo el infectólogo.
Por: Rosalía Servín - En: El Financiero - 17.07.2014 - Nota completa