Por Vanesa Salinas
El sueño de Javier Espinosa de mudarse a Hollywood, vivir en una camioneta y esperar a que alguien le ofreciera un trabajo como director de cine se truncó cuando inesperadamente se vio entre la vida y la muerte.
Fue hace dos años cuando el entonces joven originario de México empezó a sufrir de dolores en el estomago, vómitos y su piel se tornó de color amarilla. En cuestión de días, su salud se deterioró al punto de que tuvo que llegar a la sala de emergencia del hospital Methodist de Dallas.
Javier Espinosa recibió un transplante de hígado que le salvó la vida. Ahora trabaja en un documental enfocado en la donación de órganos.
Fue en el hospital donde después de varios estudios le notificaron que necesitaba urgentemente un trasplante de hígado.
"Me cuentan que sí me puse muy mal, ahorita hace dos años estaba muriéndome. Me dieron el trasplante el 12 (de febrero)", dijo Espinosa. "Ya desperté y me di cuenta que tenía la cicatriz gigantesca".
Ahora, el conocimiento de que existen más personas en espera de que otros individuos estén dispuestos a donar sus órganos, tal como él lo vivió, ha movilizado a Espinosa a utilizar su profesión como director de cine para crear un documental enfocado en la donación de órganos a través de la empresa que él fundó con su socio, Stream Switch.
El proyecto apenas está en la etapa preliminar porque aunado a su testimonio, se tienen que hacer entrevistas con personas que esperan un órgano, familias de personas que han donado parte de su cuerpo e incluso tienen planeado grabar hasta la boda de Espinosa este verano y su entrenamiento y experiencia como ciclista en los World Transplant Games en Australia.
Espinosa empezó a competir en torneos de ciclismo, donde participan solamente personas que han recibido un trasplante, el año pasado. Ahora se prepara para el mundial recorriendo en su bicicleta 12 millas diariamente.
Un adelanto del documental enseña a Espinosa en su bicicleta con su voz narrando "Es una historia sobre una vida que se regala, la vida que puede vivir otro día. Es sobre la falta de egoísmo, sobre el renacimiento y revalorización, sobre levantarse de la banqueta y darte cuenta de que aún tienes aire en tus pulmones".
Elliot Mayén, socio y director del documental, aún recuerda ver a Javier en la universidad SMU caminando con un bastón y utilizando una mascarilla en su cara. Fue su compañero quien lo introdujo al mundo de las donaciones de trasplante.
Fotos: ROBERTO M. SÃNCHEZ/AL DÃA
Javier Espinosa trabaja junto a su socio Eliot Mayén (izq.) en la creación del documental sobre la donación de órganos.
"A mí me inspiró", dijo Mayén, quien ya ha grabado dos cirugías de trasplante en el hospital para el documental. "Yo siento mucha obligación para hacer algo positivo con esta oportunidad que tenemos".
A sus 24 años, Espinosa quiere dar a conocer a la comunidad su propia experiencia, y la importancia y la diferencia que una donación de órgano puede tener en la vida de una persona que lo necesita.
De acuerdo con Southwest Transplant Alliance, una organización para la adquisición de órganos, se agrega un nombre nuevo a la lista nacional de espera de trasplantes cada 13 minutos y son 17 personas las que fallecen cada día esperando un trasplante de órgano.
Solamente en Texas, de las 8,713 personas que esperan un órgano, 3,839 son hispanas.
Espinosa era un joven sano, pero un virus le atacó el hígado al punto de que el 85 por ciento del órgano dejó de funcionar. En el hospital, su salud empezó a empeorar y fue en ese instante cuando recibieron el hígado de un donador.
"Él se salvó no gracias a que yo le hice la cirugía, sino gracias a una familia no identificada que donó los órganos, donó el hígado en ese momento que se necesitaba. Si esa familia en particular no hubiera donado los órganos, pues Javier posiblemente se hubiera muerto", dijo el doctor Alejandro Mejía.
Por ahora no hay fecha programada para el estreno del documental. Pero al salir, Espinosa quisiera ver que aliente a más personas inscribirse a la lista de donadores.
"Cuando se pierde una vida, se pueden salvar varias. ¿Por qué no morir como héroes? No hay nada que perder", dijo Espinosa.
Al Dia – 10 de febrero de 2009 – Leer la nota completa