En la XIII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI, en su acrónimo inglés) que se ha celebrado en Denver, EE UU, durante cuatro días. La considerada como la cita anual científica más importante sobre el VIH y sus dolencias asociadas se presentaron consideraciones sobre los IP ( Inhibidores de Proteasa e Inhibidores de la polimerasa para HCV ) actualmente en fase de investigación para el tratamiento de la hepatitis C
Ann Kwong, de Vertex Pharma, ilustró la acción de la proteasa del VHC, que al contrario que la del VIH no sirve para cortar moléculas útiles para la maduración de un nuevo virión, sino que actúa como herramienta que inhibe la inmunidad natural propia del organismo frente a la infección. Knowng explicó que los IP del VHC presentan mejor dosificación y menos efectos secundarios, pero tienen un importante problema: basta una sola mutación para que el VHC se haga resistente. La aparición de esta mutación es muy previsible tras dos semanas de monoterapia con esta clase de medicación.
De forma coincidente, los inhibidores de la polimerasa del VHC se caracterizan por el mismo problema de resistencia. Daria Hazuda, de los Laboratorios Merck (MSD), explicó que la polimerasa del VHC, contenida en un producto viral conocido como NS5B, desempeña un papel esencial en la inhibición de la acción del interferón. Su inhibición puede pues permitir una mejor respuesta a la acción del interferón natural y quizá al sintético. No obstante, esta familia también tiene baja barrera genética ya que, de nuevo, una sola mutación confiere resistencia al fármaco.
Pese a que Hazuda insistió en que primero esa resistencia no parecía cruzada y que además se observaba una pérdida de vigorosidad del virus de la hepatitis, el dato es decepcionante. Más aún si tenemos en cuenta que el VHC presenta mutantes naturales que podrían conferir resistencia previa a estos medicamentos.
Aunque todavía falta mucho para saber qué sucederá, tener medicamentos para el VHC a los que el virus puede hacerse fácilmente resistente limita mucho las opciones. En primer lugar, es prácticamente seguro que habrá que tomar estos inhibidores junto con interferón y/o ribavirina, por lo que no podrán sustituir un tratamiento difícil, sino quizá sólo mejorar la tasa de respuesta viral sostenida.
En segundo lugar, y más importante, estos compuestos no serán de utilidad para quienes no toleran interferón o bien en los que el tratamiento estándar actual ha fracasado, ya que el virus desarrollaría fácilmente resistencia, y que son más entre personas coinfectadas por VIH y VHC. Esto es, para quienes más los necesitarían.
Esperemos que otras áreas de investigación, como los fármacos antisentido, los de anticuerpos monoclonales o los interferones orales arrojen en un futuro próximo mejores resultados.
Fuente:
Referencia: Abstract 159LB y otros de la Sesión 36 y Sesión 42. XIII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas. 5-8 de febrero de 2006. Denver, EE UU. Se puede acceder a grabaciones webcast de las sesiones en su original en inglés en www.retroconference.org/2006/data/files/retro2006_frameset.htm
Joan Tallada
-desde Denver (EE UU)
Fuente 2: enviado por Pedro al Foro de co-infección