PALMA.- La hepatitis B afecta al uno por ciento de la población y se convierte en una enfermedad crónica en el 5 por ciento de los infectados, lo que hace necesario favorecer la detección de esta patología, con el fin de descartar la infección y las graves complicaciones que lleva asociadas, como cirrosis o cáncer hepático.
En este contexto, el director general de Planificación y Financiación de la Conselleria de Salut i Consum, Juli Fuster, se ha reunido con los miembros del "Grupo de estudio de la hepatitis B en España", Mar Sureda y María Benito, para conocer los resultados del documento "Orientaciones para un mejor abordaje" de esta enfermedad.
Este documento no es una guía clínica sino una llamada de atención sobre la importancia que tiene la hepatitis B en Europa en general, y en España en particular.
Este grupo de trabajo multidisciplinar está integrado por reconocidos profesionales de atención primaria y hospitalaria, coordinados por el jefe de Medicina Interna del Hospital Vall d'Hebron y catedrático de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, Rafael Esteban. Asimismo, forman parte una serie de sociedades científicas, como la Asociación Española para el Estudio del Hígado, la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, la Sociedad Española de Medicina de familia y comunitaria, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
El documento incluye entre sus recomendaciones la necesidad de favorecer la detección con la difusión de información de interés a la población, para descartar la infección y las graves complicaciones asociadas, como la cirrosis o el cáncer hepático. En España, la hepatitis B afecta al 1% de la población (unas 450.000 personas) y se convierte en una enfermedad crónica en el 5% de los infectados. Si se deja de tratar, la infección crónica progresa a cirrosis en el 30% de estos pacientes infectados y puede provocar insuficiencia hepática o cáncer de hígado.
Esta enfermedad se transmite por el contacto con la sangre o los fluidos corporales de una persona infectada (compartir jeringas o tener otra práctica que implique contacto con la sangre). Por ello, las principales vías de infección son la sangre y el contacto sexual. Según señala el estudio, el virus de la hepatitis B es 100 veces más infeccioso que el VIH y 10 veces más que el de la hepatitis C.
Por su parte, la Conselleria de Salut se ha comprometido a favorecer las tareas de formación de los profesionales sanitarios de las Islas en cuanto a la detección y tratamiento de los posibles casos que se puedan producir y difundir el documento y las guías clínicas que este grupo de trabajo pueda impulsar para el manejo y abordaje de la hepatitis B.
Mallorca Diario – 06 octubre 2009 – nota completa