Tribunal confirmó tesis de entrega de sangre con ánimo de lucro Procesan por tráfico de órganos a ex tecnólogo del Hospital del Salvador
La magistrada a cargo del caso determinó que un grupo de bolsas de hemoderivados fueron sacadas del centro asistencial de forma irregular para ser entregadas a la clínica privada informal del oncólogo Juan Quintana.
La jueza del 18º Juzgado del Crimen de Santiago, Ana María Hernández, cerró el cerco en el caso de tráfico de sangre ocurrido en el Hospital del Salvador al procesar por tráfico de órganos al ex tecnólogo médico del centro asistencial, Manuel Manosalva.
La magistrada determinó que Manosalva entregó -con ánimo de lucro- un grupo de bolsas de hemoderivados del centro asistencial a la clínica privada del oncólogo Juan Quintana. En ese lugar se habrían contagiado con hepatitis B cerca de trece niños con cáncer mientras eran trasfundidos.
Los antecedentes indican que el tecnólogo infringió el artículo 13 de la ley 19.451, el cual estipula que "el que facilitare o proporcionare a otro, con ánimo de lucro, algún órgano propio para ser usado con fines de trasplante, será penado con presidio menor en su grado mínimo".
Si la jueza logra determinar que Manosalva actuó por cuenta de terceros la pena aumentaría en dos grados, o sea desde tres años y un día hasta cinco años con el beneficio de cumplir la sentencia en forma remitida.
Con esto el tribunal dicta el segundo encausamiento del caso, debido a que el director del la clínica enfrentará la justicia por el delito de contra la salud pública, tras confirmarse que su consulta no tenía los permisos sanitarios necesarios para atender a los menores.
Cambios
El proceso partió en septiembre, luego de la familia Codjambassis interpusiera la querella en el tribunal contra quienes resultaran responsables del contagio de su hijo con hepatitis B, y la extracción y posterior comercialización de la sangre del hospital.
Fuentes cercanas a la causa declararon que fue necesario un informe del Servicio Médico Legal que acreditara que la sangre es un órgano al poseer tejido para que la jueza Hernández pudiera configurar el delito.
La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados estableció que la mala utilización de jeringas, utensilios de comida contaminados y procedimientos de quimioterapia poco higiénicos, habrían sido los culpables del contagio de los niños.
Esto se debe a que en nuestra legislación no contempla a la sangre como un órgano, por lo cual no está inmersa dentro de la Ley de Trasplantes. Sin embargo, la comisión propondrá modificaciones a la ley para que esto cambie y sean penados los médicos que realicen prácticas invasivas en centro asistenciales sin autorización sanitaria.
En agosto de este año, el tecnólogo declaró a La Nación que Quintana le pagaba 300 mil pesos como honorarios por entregarle los hemoderivados y ejercer como asesor técnico de las transfusiones que se efectuaban en su clínica.
Esta práctica quedó al descubierto en enero cuando una madre denunció al ex jefe del banco de sangre del hospital, Mario Donoso. La mujer dijo que la sangre con la que trataba el cáncer de su hijo provenía del servicio de salud.
Tras recibir la noticia, se inició una auditoria de las bolsas de sangre del grupo sanguíneo Rh negativo al interior del establecimiento y se determinó que había un fuga considerable de hemoderivados entre 2004 y fines del 2005. A raíz de esto se destituyó a Manosalva y a Donoso.
Más tarde, el presidente de la Comisión de Salud, Manuel Monsalve, solicitó a la Contraloría una investigación al hospital y al Servicio de Salud Oriente.