Realmente nos asombra lo que sucede en Chile con esta situación de abandono, a la que se sometió a las personas que no se les notificó sobre la posibilidad de estar infectado con el virus de la hepatitis C. Más llamativo y alarmante aún es el comentario de la subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, aclaró que no existe obligación de notificar a los pacientes que aparecen como positivos para Hepatitis C: "El avisar o no a todos es una discusión que se da también entre especialistas. En teoría uno debería notificar a todos. Pero cuando nosotros empezamos el proceso de sangre segura (que chequea todas las donaciones de sangre) no teníamos tratamiento efectivo, tenía bajísima incidencia en el país y sólo algunas personas enfermarían".
Esperamos que pronto las cosas cambien – Hepatitis 2000
La nota
Son personas que donaron en bancos de sangre entre 2006 y 2008, se comprobó la presencia del antígeno y nadie les informó. El virus no tratado puede derivar en cirrosis hepática, cáncer del hígado y la necesidad de trasplantes de hígado.
Fuente :Por Claudia Cento - La Segunda Online - Ver toda la nota
SANTIAGO DE CHILE.- Fue tras el escándalo por los casos de VIH Sida no informados a los portadores que en el Ministerio de Salud se alertaron por otras posibles subnotificaciones sanitarias.
La subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, ordenó en noviembre un levantamiento de datos de otras enfermedades que pueden ser pesquisadas en los bancos de sangre, como la Hepatitis B, la hepatitis C, Mal de Chagas y HTLV-1, las cuales ya cuentan con tratamientos o para los que se crearán programas de prevención y control.
El catastro "”con los casos que arrojaron positivo para Hepatitis C"” culminó el 30 de marzo. Y ya hay resultados: entre 2006 y 2008, 1.400 personas que donaron sangre tenían presencia de algún "antígeno" ligado a esta enfermedad y no fueron notificadas.
Para confirmar si estas personas viven efectivamente con el virus, el Ministerio de Salud iniciará gestiones para ubicarlos y notificarlos. También, para someterlos a un segundo examen, más específico, que arrojará si tienen o no hepatitis C y si necesitan tratamiento.
La estimación es que de los 1.400 casos sospechosos, un cuarto (unos 300) será portador de la enfermedad.
Laboratorios sabían
¿Cómo se llegó a la subnotificación de cerca de mil infectados con Hepatitis C?
Según explicó a La Segunda el doctor Alejandro Soza, profesor del Departamento de Gastroenterología de la Universidad Católica y de la Sociedad de Hepatología, así como miembro de la Comisión del Plan Piloto de la Hepatitis C, que asesora al Ministerio de Salud, desde 1996 se chequea si esas muestras tienen o no el virus. Si es así, la sangre se elimina. Pero al paciente no se le notificó. Y eso resulta bastante poco presentable".
A juicio del experto, "eso sucedía por una razón administrativa y de costos: hasta hace tres años Fonasa no tenía cobertura para el tratamiento ni para hacer los exámenes de confirmación del diagnóstico".
Uno de cada cinco trasplantes de hígado es por Hepatitis C
Según los informes del Ministerio de Salud, el VHC es responsable del 27% de casos de cirrosis hepática y el 25% del carcinoma hepatocelular (cáncer). Las estimaciones médicas apuntan a que el 20% de los trasplantados de hígado corresponden a enfermos de VHC.
"Uno de cada cinco trasplantes de hígado que se realiza en Chile es en personas que han tenido cirrosis o daño hepático por la Hepatitis C. Si uno lograra detener el tema antes, esos órganos que se ocupan en pacientes con Hepatitis C podrían utilizarse en personas que tienen otras enfermedades y no tienen otra posibilidad", advirtió.
En Chile, el virus se transmite principalmente por transfusiones de sangre. Otras vías, en menor medida, son el uso de drogas endovenosas, los piercing y tatuajes, la transmisión madre a hijo y, en menor proporción, el contacto sexual.
Este virus tiene tratamiento, que es de altísimo costo y complejo. Y el 50% de quienes se someten a la terapia logra erradicar el virus, definitivamente, de su organismo.
El doctor Soza explicó que en Fonasa hay un plan piloto que ya lleva tres años funcionando. Partió con cien pacientes y ya van en 150. El problema, dijo, es que en el sistema privado no hay cobertura para esta enfermedad, "lo que es un poco escandaloso".
Epidemia silenciosa
El doctor Soza ha recibido a algunos enfermos de hepatitis C que desconocían su situación. "La gente llega muy sorprendida, porque la mayoría son personas que se sienten absolutamente normales".
Y recalca que si bien ahora se tratará a los detectados en el periodo 2006-2008, es una incógnita saber qué pasará con los pacientes que pueden haber resultado positivos para el VHC entre 1996 (cuando comenzó el chequeo del virus en los bancos de sangre) y 2006.
Las otras cepas
La hepatitis es una enfermedad viral. Y aunque las más conocidas son la A, B y C, también existen la D, E y G... y se siguen detectando otros tipos. La diferencia principal entre ellas son los mecanismos de transmisión y los daños que provocan a largo plazo.
Las más comunes son la Hepatitis A (o infecciosa) y la Hepatitis B (o serológica), para las cuales existen vacunas preventivas. La primera suele ser más benigna se transmite por vía fecal-oral, mediante el consumo de comida contaminada.
En la Hepatitis B, que se transmite por vía sanguínea o secreciones infectadas, uno de cada 100 pacientes desarrolla formas "fulminantes" de la enfermedad.
Subsecretaria de Salud anuncia incorporación en Auge 80
La subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, aclaró que no existe obligación de notificar a los pacientes que aparecen como positivos para Hepatitis C: "El avisar o no a todos es una discusión que se da también entre especialistas. En teoría uno debería notificar a todos. Pero cuando nosotros empezamos el proceso de sangre segura (que chequea todas las donaciones de sangre) no teníamos tratamiento efectivo, tenía bajísima incidencia en el país y sólo algunas personas enfermarían".
Recientemente, aclaró, se incluyó la indicación de pesquisa y tratamiento, pues hoy el sistema público está en condiciones de entregar la terapia, cuyo costo fluctúa entre $2,2 y $2,8 millones.
Recalcó que de las personas que resulten positivas, no todas necesitarán tratamiento, pues muchas se mantendrán como meros portadores.
Agregó que las autoridades evalúan incorporar la hepatitis C en el Auge 80, "para garantizar completamente el tratamiento. Este es un gran paso, porque iremos a buscar activamente a esas personas que pudieran estar infectadas sin saberlo y ofrecerles la posibilidad de tratamiento si es que lo requieren ".