El hígado acumula grasa en vez de quemarla con una dieta rica en grasas y bebidas con fructosa
Una dieta rica en grasas y en fructosa modifica la capacidad del hígado para metabolizar los lípidos. Según ha revelado un estudio internacional, dirigido por expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), y publicado en la revista Cell Metabolism, la ingesta alta de grasas y fructosa hace que el hígado sintetice y almacene grasa en lugar de quemarla.
Este proyecto internacional se puso en marcha para estudiar la interacción de las bebidas endulzadas con fructosa y la dieta alta en grasas, ya que los menús que se sirven en restaurantes de comida rápida a menudo combinan estos elementos.
Argentina es uno de los países del mundo donde más se consume gaseosa, con un promedio de 137 litros anuales por persona significan un aporte de 13 kg de azúcar a la dieta.Los jugos en polvo y las aguas saborizadas también alcanzan altos porcentajes de ingesta en la población según estudio de CENI
«La evidencia anecdótica sugería que la ingesta combinada de estos alimentos conducía a peores resultados de salud pero se desconocía el mecanismo por el cual esto podía ser cierto», afirman las investigadoras, que son profesoras en de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona.
Investigación
Para determinar el efecto de cada una de ellas analizaron diferentes marcadores de hígado graso como son los niveles de acilcarnitinas. Estas se producen cuando el hígado quema grasas, siendo negativa la presencia de altos niveles ya que es señal de que se quema mucha grasa en el hígado. En este estudio, los niveles de acilcarnitinas fueron más altos en los animales que seguían una dieta alta en grasas y fructosa.
También monitorizaron la actividad de la enzima CPT1a, clave en la quema de grasas. En la dieta alta en grasas y fructosa los investigadores pudieron observar que los niveles de CPT1a eran bajos igual que su actividad, poniendo de manifiesto que las mitocondrias no funcionaban correctamente.
Análisis de los resultados
Entre los hallazgos más significativos del estudio se encuentra el hecho de que la ingesta de bebidas endulzadas con fructosa (no con glucosa) en una dieta alta en grasas conduce a una menor utilización de la grasa en las células del hígado. Esto se debe a la mayor propensión de la fructosa a estimular la formación de nuevas grasas en el hígado ya que un intermediario en la síntesis de grasas desactiva la oxidación de éstas.
También en este estudio los investigadores encontraron, por un lado, que la fructosa, a través de la cetohexocinasa (que es un enzima involucrado en su metabolismo), suprime la expresión de otros genes que están involucrados en la oxidación de las grasas. Y por otro, que la suplementación con fructosa, no con glucosa, deteriora la función mitocondrial
Mitocondrias son orgánulos en la célula dedicados a la producción de energía y oxidación de grasas.
Por último, también pudieron constatar que la fructosa también modifica las proteínas involucradas en la oxidación de las grasas, lo que representa un nuevo mecanismo por el cual el azúcar modifica la oxidación de las grasas.
La fructosa es un monosacárido, o azúcar simple, que tiene la misma fórmula química que la glucosa pero con estructura molecular diferente. En ocasiones se la denomina azúcar de la fruta porque precisamente se la encuentra en las frutas, en algunas verduras, en la miel y en otras plantas.
Porqué a veces es bueno y a veces no?
La diferencia está en que el alimento real conserva su matriz alimentaria, que le proporciona otros componentes (fibra, antioxidantes, fitoquímicos, etc.) que hacen que ese azúcar no sea perjudicial, sin embargo, en los alimentos ultraprocesados, como las bebidas azucaradas, esa matriz ya no existe debido a su procesamiento.
Conclusiones
Estos hallazgos, junto a otros marcadores estudiados, demostraron que las dietas altas en grasas y fructosa dañan las mitocondrias y hacen que el hígado sintetice y almacene grasa en lugar de quemarla.
Edición: Hepatitis 2000
Fuente: ABC Salud