La prevalencia de personas con enfermedad renal crónica y hepatitis C alcanza el 80% en algunas regiones del mundo.
Estudiar la mejor opción de tratamiento para las personas con enfermedad renal crónica y HCV y analizar como encontrar a las personas no diagnosticadas aún con hepatitis C, han sido los temas centrales de un encuentro de expertos que tuvo lugar el 4 de febrero en Valladolid.
La Asociación Castellano Leonesa de Hepatología y la Sociedad Castellano-Leonesa-Cántabra de Medicina Interna reunieron por primera vez fuera del ámbito hospitalario a los profesionales de ambas especialidades con el objetivo de revisar las novedades sobre el estado de las infecciones víricas que afectan al hígado.
La realidad de estos especialistas ha estado marcada estos dos últimos años por los nuevos antivirales de acción directa del virus de la hepatitis C (VHC). Con una capacidad para eliminar de forma sostenida la replicación viral en el 85-100% de los casos, la importancia de estos tratamientos se puede comparar con "los tratamientos antibióticos que se desarrollaron con el descubrimiento de la penicilina", según el doctor Carlos Dueñas, presidente de la Sociedad Castellano Leonesa Cántabra de Medicina Interna y co-director de la jornada. Además, estos medicamentos aportan mayor comodidad para los pacientes, ya que su duración es más corta y apenas tienen efectos secundarios.
Después de la llegada de los nuevos tratamientos, el nuevo reto de los hepatólogos pasa por "tratar a todos los pacientes diagnosticados y localizar a los no diagnosticados", tal y como indica el doctor Federico Sáez-Royuela, presidente de la Asociación Castellano Leonesa de Hepatología y co-director de la jornada.
Para aflorar esta "infección oculta" es clave concienciar a las poblaciones prioritarias que hayan podido estar en contacto con el VCH- sobre la necesidad de realizarse una prueba de detección, así como formar a los médicos de atención primaria para que puedan detectar posibles casos ocultos de hepatitis C y derivarlos al especialista. De esta manera se podría estar más cerca de la erradicación de la hepatitis C, un objetivo ya contemplado por el Plan Estratégico para la hepatitis C y la Organización Mundial de la Salud.
El diagnóstico precoz es fundamental si se tiene en cuenta que una hepatitis C crónica no controlada adecuadamente puede avanzar a estadios más graves. Cuando la hepatitis C progresa, produce fibrosis en el hígado. Entre el 10% y 20% de los pacientes desarrollan cirrosis a los 20-30 años desde el momento de la infección. Asimismo, la hepatitis C es la causa del 25% de los casos de cáncer de hígado.
Enfermedad renal crónica
La jornada 'Juntos hacia la erradicación de la hepatitis C' también abordó la situación de los pacientes infectados por el VHC con enfermedad renal crónica, que alcanza tasas de prevalencia de hasta el 80% en algunas regiones del mundo.
Estos pacientes representan un problema complejo para los médicos, sobre todo aquellos en los que la enfermedad renal está avanzada y el virus es de los genotipos 2 ó 4 o tiene cirrosis compensada.
Actualmente, algunos pacientes con hepatitis C crónica y ERC grave, en particular los infectados por los GT2 y GT3 del VHC, no tienen acceso actualmente a antivirales de acción directa (AAD). Por ello, los especialistas coinciden en que sigue siendo un objetivo el desarrollo de nuevos tratamientos capaces de tratar a estas personas.
Nuevas opciones de tratamiento estarán disponible para este segmento de personas con enfermedad renal crónica en los próximos años, ya que se está investigando intensamente y hay algunas combinaciones que se podrían disponer el próximo año en algunos países.
Edición: Hepatitis 2000
Fuente: 20minutos.es