Un estudio señala que acciones de la Policía de Nueva York son un obstáculo para la prevención del Sida y la Hepatitis

Nueva York, 29 ene (EFE).- Los arrestos en las calles que hace la Policía de Nueva York a adictos que participan de los programas de intercambio de jeringuillas son un obstáculo para las iniciativas de prevención del Sida y la Hepatitis C, según un estudio dado a conocer hoy.

Una encuesta entre 514 usuarios de drogas en los cinco condados, 58% de éstos hispanos, arrojó que a pesar de que una ley de salud pública les permite portar jeringuillas y que muchos de éstos tienen una carta u algún carné que confirma que participan de uno de los programas que existen en la ciudad, "están siendo hostigados y arrestados" por la Policía.

En Nueva York existen poco más de una docena de programas de intercambio de jeringuillas en los que participan usuarios que quieren evitar contagiarse con el virus del Sida o la Hepatitis C, iniciativas que cuentan con el apoyo de los departamentos de Salud municipal y estatal.

Sin embargo, la iniciativa de salud pública choca de frente con el código penal del estado, que castiga la posesión de jeringuillas, comentaron a Efe la socióloga Camila Gelpí Acosta, que intervino en el estudio para las organizaciones Vocal-NY Users Union, que dirige el activista Jeremy Sanders y Justice.

Gelpí Acosta recordó que el contagio del virus del Sida entre los participantes de los programas de intercambio de jeringuillas en Nueva York -considerada por activistas el epicentro del Sida en EEUU- se redujo de 54% en 1990 a 13% en 2001.

Agregó que en no todos los informes que redacta la Policía se atribuye la posesión de jeringuillas como la razón para la detención de drogadictos.

"La verdad es que salían del programa de intercambio y le encontraron una jeringuilla encima, aunque el cargo oficial que le pongan no sea ese. El problema es bien grande", afirmó.

"En mis ocho años de entrevistar a usuarios de drogas he encontrado que la presencia de la policía y el hostigamiento los disuade de tener jeringillas nuevas todo el tiempo con ellos, lo que abre las puertas a que compartan las de otros usuarios", que lleva al contagio de enfermedades, lamentó Gelpí Acosta.

"Lo más importante que encontramos en este estudio es que hay una relación directa entre la intervenciones de la policía y el que los usuarios desistan de acudir a los programas", señaló con preocupación.

Según la encuesta, que fue finalizada el pasado 30 de noviembre, el 71% de los consultados dijo haber sido acusado por posesión ilegal de jeringuillas, de los cuales, un 33% dijo haber sido arrestado en múltiples ocasiones.

Datos de la División de Servicios de Justicia Criminal del estado en los primeros nueve meses de 2009, un total de 597 personas fueron arrestadas por ese motivo, cifra que en 2008 fue de 710 y en 2007 de 638 arrestos.

Sanders dijo por su parte a Efe que las quejas sobre la policía de los usuarios que asisten a los diversos programas motivó la investigación cuyos resultados fueron dados a conocer hoy durante una audiencia pública en la que participaron legisladores estatales, usuarios, miembros de los programas de intercambio de jeringuillas y los departamentos de Salud.

"La única forma de resolver este problema es conciliar lo que señala el Código Penal y la ley de Salud sobre las jeringuillas", coincidieron Sanders y Gelpí Acosta.

Sanders comentó que un proyecto de ley que enmendaría el Código Penal fue aprobado en la Asamblea el año pasado pero está detenido en el Senado. "Estamos trabajando con asambleístas y senadores para poner fin a la situación porque esto tiene un impacto negativo en la salud pública", indicó.

Para Guillermo Chacón, presidente de la Comisión Latina contra el Sida, que agrupa organizaciones que distribuyen jeringuillas entre usuarios de drogas, la acción de la policía "destruye el trabajo" que han realizado esas organizaciones, además de ser un problema de salud.

EFe Epa – enero 2010 – nota completa

Salir de la versión móvil