Tratamiento para la hepatitis C

Por Bertran Toulouse - Apla - Hepatitis significa inflamación del hígado. La hepatitis C es una infección del hígado causada por un virus específico, llamado virus de la hepatitis C (VHC). Ciertos estudios demostraron que el VIH acelera la progresión de la hepatitis C. La hepatitis C puede resultar en una enfermedad más seria, pudiendo causar un daño hepático mayor rápidamente en la gente que vive con el VIH.

Es complicado lidiar con ambas infecciones (VIH y VHC) al mismo tiempo. En algunas situaciones en el que el VIH está estabilizado o no se requiere del comienzo de un tratamiento debido a que las células T conservan buenos niveles y la carga viral es lo suficientemente baja, existe la opción de tratar primero a la hepatitis C. De este modo, el hígado estará en mejores condiciones para lidiar con las drogas anti-VIH. (Para información sobre diagnóstico, síntomas, transmisión, prevención y evaluación de la hepatitis C, vea la página # 36 de ETS en esta edición).

Estudios y tratamiento

Su doctor utilizará diferentes exámenes para evaluar y controlar su hígado. Estos exámenes son parte de una serie denominada pruebas de función hepática. Estas pruebas se realizan a través de análisis de sangre que ayudan a su médico a determinar si el hígado está trabajando adecuadamente.

Hay varios indicadores en estas pruebas que sirven para evaluar cuando hay, o está por ocurrir, daño hepático: alanino-aminotransferasa (ALT, en inglés), aspartato-aminotransferasa (AST, en inglés), fosfatasa alcalina (AP, en inglés) y gama-glutamil transpeptidasa (GGT, en inglés). Estos indicadores, enzimas, aumentan sus niveles, cuando el hígado está en problemas, como por ejemplo: daño en sus células.

Otros indicadores son la bilirrubina, albúmina y tiempo de protombina, los cuales muestran si el hígado está trabajando correctamente. Finalmente, la biopsia hepática, procedimiento por el cual una pequeña muestra de tejido hepático es examinada bajo el microscopio. La biopsia hepática puede ser muy útil para determinar la severidad y estadío de la enfermedad, excluir otras enfermedades e indicar cuándo iniciar tratamiento. No vacile en preguntarle a su médico sobre estas pruebas y su importancia.

Otro elemento a valorar y entender es la diferencia entre la carga viral del VIH y el VHC. En el VIH una carga viral de 100.000 es considerada alta, pero en el VHC es considerada muy baja. La decisión de cuando iniciar un tratamiento y su duración en la hepatitis C está basada en el tipo de genotipo y su carga viral. En general, una persona con una carga viral superior a 2 millones, no responde bien a la terapia antiviral. En esta circunstancia, podría requerir de un tratamiento más prolongado.

La decisión acerca de tratar a la hepatitis C crónica está basada en muchas variables. Muchos médicos prefieren observar y esperar, dado el bajo rango de mortalidad, el alto porcentaje de gente sin síntomas, los efectos indeseables del tratamiento, y contraindicaciones para la utilización de Interferón y Ribavirina, y por último, por el elevado costo del tratamiento.

Varios factores entran en consideración cuando se busca el éxito del tratamiento. Habitualmente, el tratamiento para la hepatitis C trabaja mejor en los individuos con genotipo 2 ó 3, cuando se comienza con una carga viral baja, cuando el hígado no está muy dañado y con abstinencia de tomar alcohol durante el tratamiento.

Actualmente hay varios nuevos medicamentos en estudio y algunos que se comercializarán este año, y hoy se considera la mejor opción de tratamiento a la combinación de dos medicamentos: Un tipo especial de alfa interferon (Pegylated Interferon), el cual viene en dos formas comerciales Pegasys y PEG-Intron y se lo combina con Ribavirina (Rebetol o Copegus). Ambos Interferones son inyectables una vez por semana, y Ribavirina es una píldora, toma oral cuya dosis varía dependiendo del peso de la persona. Los efectos habituales del interferon son síntomas parecidos a una gripe: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, irritabilidad, dolor musculoarticular, cansancio e insomnio. Los efectos indeseables más comunes de Ribavirina son fatiga y anemia (bajo conteo de glóbulos rojos). También se conoce que puede causar defectos de nacimiento. El embarazo debe evitarse durante el tratamiento.

Cualquiera persona que se encuentre bajo tratamiento con ribavirina, sea hombre o mujer, debería utilizar efectivos métodos contraceptivos por un período de hasta 6 meses posteriores a la finalización del tratamiento. Cuando es combinado con Interferon, puede causar respiración acelerada (sensación de falta de aire), irritación de garganta, picazón, enrojecimiento, náuseas, problemas para dormir y pérdida del apetito. La eficacia del tratamiento es definida como respuesta sostenida del tratamiento por más de 6 meses sin virus detectable en sangre, una vez finalizado el tratamiento. En los E.E.U.U. el 70% de los individuos con hepatitis C tienen el genotipo 1, el cual es el más difícil de tratar. En este grupo, la terapia combinada es efectiva en un 45% de la gente con una duración del tratamiento de 48 semanas. Los individuos con genotipos 2 y 3, la eficacia alcanza un 75% con una duración del tratamiento mucho menor (24 semanas).

Preguntas para el médico

¿Por qué y cuándo necesito comenzar con el tratamiento?
¿Cuáles son los medicamentos que voy a necesitar y cuáles son los efectos colaterales?
¿Por cuánto tiempo necesitaré tomarlos?
¿Qué precauciones debo tomar para reducir la transmisión del virus de la hepatitis C?
¿Hay cura para la hepatitis C?

Por Bertran Toulouse - APLA - Nota completa

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