Tratamiento natural de las varices esofágicas

Las varices esofágicas son venas anormalmente dilatadas que se encuentran en la parte final del esófago, por las que circula parte de la sangre que en condiciones normales debería pasar a través del hígado. Después de muchos años de trabajo e investigación, parece ser que las medicinas naturales empiezan a dar frutos en un campo que está muy necesitado.

Uno de estos frutos de los que voy ha hablar es el espectacular resultado en el tratamiento de las varices y, en especial, varices esofágicas. Un tema muy importante, ya que las personas que lo padecen no tienen muchas alternativas de evitar el riesgo que implica dicha dolencia.

Las varices sangrantes son una complicación potencialmente mortal del aumento de la presión sanguínea en la vena porta causada por enfermedad hepática (hipertensión portal). La vena porta lleva sangre desde el intestino al hígado. El aumento de presión hace que las venas se inflen hacia afuera y los vasos pueden romperse. Cualquier causa de enfermedad hepática crónica puede ocasionar várices sangrantes.

Los atascos hepáticos, la gran toxicidad que sufre el hígado, la deficitaria alimentación rica en grasas saturadas, el excesivo consumo de azúcares y la sobrealimentación en general; además de algún tipo de parásito, la gran cantidad de radicales libres que fabricamos y no eliminamos, la vida sedentaria, el sobrepeso y el factor genético son los culpables del empeoramiento de la circulación sanguínea, altos índice de colesterol y con ello una serie de desequilibrios reflejados o no en los resultados de análisis de laboratorio.

La medicina ha hecho muchos avances en prolongar la vida de los pacientes con varices esofágicas. Los métodos utilizados se centran en evitar una hemorragia.

El enfoque de la medicina natural viene a complementar otros campos que merecen la pena tenerlos en cuenta como prevención y como tratamiento:

- Reconducir la dieta: equilibrar la grasa ingerida, el azúcar, el nivel calórico, la digestión, la hidratación, etc.

- Mejorar la circulación.

- Fortalecer los vasos sanguíneos.

- Eliminar radicales libres.

- Controlar sobrepeso.

- Promover ejercicio físico.

- Complementar, a nivel molecular, según la necesidad de cada paciente.

- Eliminar obstrucciones energéticas.

- Eliminar parásitos.

Nacemos con una predisposición, claro está, pero hay varias formas de prevenir y mejorar estas deficiencias. Un ejemplo de esto es una deficiencia de enzimas. Tenemos medios de complementar esta deficiencia con enzimas complementarias, y también con cofactores enzimáticos. Mejorar las rutas del metabolismo del azúcar y apoyar procesos de detoxificacion hepáticos son imprescindibles.

Por otro lado, la necesidad vitamínica es muy diferente de una persona a otra. Por ejemplo, el gasto de vitamina C en personas con enfermedad hepática es muy superior al de una persona sana. La deficiencia crónica de la vitamina C (no al nivel del escorbuto) debilita los vasos sanguíneos. El consumo de dosis altas, pero controladas, de vitamina C contrarresta los efectos de los triglicéridos en las paredes de los vasos sanguíneos (Dr. Gary Plotnik).

Se sabe que el aumento de los triglicéridos produce gran cantidad de radicales libres. Los efectos antioxidantes de la vitamina C y E previenen la formación de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL). Mejora el sistema circulatorio, hemorragias, úlcera, hematuria, colitis hemorrágica, arañas vasculares, hematomas, arteriosclerosis, etc.

La duración del tratamiento suele ser de seis a doce meses intensivo y después se marcan unas pautas de mantenimiento. En tratamiento completo para un paciente con varices o varices esofágicas tiene que valorarlo un profesional. La dosis puede variar de una persona a otra, pero un ejemplo seria:

1 - En primer lugar Equilibrar la Dieta.

2 - Restablecer funciones del hígado. Esto es vital para un buen comienzo del tratamiento, complementando la alimentación con: vitamina A, C, E, B1, B2, B3, B5, B6, B9, B12, Se, Mg, Zn, Mn, Ca, Cu, Cr.

3 - Omega 3, Omega 6, Resveratrol, Antocianos, Metionina, N-Acetil- Cisterna, Molibdeno, Desmodium, Taurina, Glutamina, Ácido Alfa Lipoico, Alcachofa, Cardo mariano, Enzimas, Oligoelementos, etc.

4 - Tratamiento Coayudante, es decir, Acupuntura con o sin agujas: 1BP, 5BP, 6BP, 9BP, 10BP, 21BP 36E, 2H, 3H, 19V, 34VB, 18V, 17V, 25E, 40E, 32E, 12REN, 4IG, 11IG, 5SJ, 22VC, etc.

El tratamiento tiene que efectuarse en varias fases y debe ser supervisado por un profesional con experiencia.

No se debe abandonar un tratamiento médico sin consultar con el mismo.

Dina Furchanu

Nutricionista ortomolecular
Doctorado en Acupuntura

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