Primer trasplante de hígado en La Plata

Por primera vez se practicó un trasplante de hígado en la Región. La intervención tuvo lugar en el Instituto Médico Platense y el receptor -de un órgano cadavérico- fue un joven de 32 años, vecino de Berazategui, que estuvo un poco menos de un mes en la lista de espera del CUCAIBA. La operación fue un éxito, según se informó en el centro de salud de 1 entre 50 y 51; la salud del paciente evoluciona como se esperaba y en pocas horas podrá ser dado de alta.

"El paciente evoluciona dentro de los parámetros normales de una cirugía de esta envergadura", señaló el director médico del Instituto, Eduardo Cassini, quien destacó además la importancia de este tipo de avances no sólo desde el punto de vista de las técnicas quirúrgicas sino también por el nivel de "transparencia" de los actuales procedimientos, con exigentes protocolos y equipos multidisciplinarios que actúan de manera rápida y articulada, según remarcó.

La intervención se realizó el domingo pasado a la madrugada, tras un operativo que se inició con la comunicación, desde el Hospital San Martín de Paraná, al INCUCAI, sobre un joven que había fallecido en un accidente de tránsito y cuya familia daba su consentimiento para la donación. De inmediato se trasladó a la ciudad entrerriana un equipo de cuatro profesionales del Instituto Médico Platense; practicó la ablación mientras que otro grupo de médicos y personal de apoyo preparaba en el centro asistencial platense al enfermo que iba a recibir el hígado sano.

Existen dos formas de trasplante hepático: el ortotópico y el heterotópico. En el caso platense se realizó la primera, que consiste en sustituir el hígado enfermo por otro procedente de un donante cadavérico. El heterotópico, en cambio, es un injerto del órgano sano en un lugar distinto del que ocupa el del paciente, sin eliminar la víscera dañada.

Doce especialistas, entre médicos y enfermeros, dirigidos por los cirujanos Carlos Quarín y Gabriel Illanes, participaron de la operación, que duró seis horas. En estos casos, una vez concluido el implante el paciente debe ser seguido de cerca por hepatólogos que cuidan el funcionamiento del nuevo hígado con medicación inmunosupresora (para evitar el rechazo del órgano), tratamiento que requiere a su vez de una atención especial por las complicaciones que puede implicar. "Deberá ser controlado toda la vida", explicó Quarín.

Luego de brindar los detalles del proceso Quarín resaltó el aumento de donantes que se ha registrado en los últimos años. "Ha crecido mucho el sentido de solidaridad de la sociedad -subrayó el cirujano-, que es el primer paso para conseguir los órganos que necesitan los pacientes terminales. Pero por el acceso a la salud también se ha elevado el número de gente en lista de espera". Según las estadísticas, a nivel nacional hay 6.000 personas que necesitan ser trasplantadas.

EN EL PAIS, DESDE 1988

Clic para ampliarEl trasplante hepático debutó en el mundo en 1967 y en 1988 se operó al primer paciente en un quirófano del país. Se trata de una de las intervenciones de ablación e implante más complejas y de ahí que es un hecho inédito que se haya practicado en La Plata. La dificultad radica en las características del órgano que se sustituye, de gran volumen, muy vascularizado y con numerosas funciones vitales: sintetiza proteínas, participa del proceso de desintoxicación, almacena vitaminas y glucógeno y segrega bilis. Es esencial para el trabajo de los sistemas digestivo y metabólico.

Así como la cirugía de reemplazo de hígado se presenta como una de las más delicadas entre los trasplantes tiene por sobre el resto una ventaja y es que la compatibilidad donante-receptor exige sólo de la coincidencia del grupo sanguíneo, no como otras (la renal, por caso) que necesitan de un mayor número de factores suplementarios.

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