No sólo se negó a darle la atención a su salud, que además está considerada como un derecho ciudadano, estipulado en el artículo cuarto de la Constitución Política de México, sino que también "le tronó los dedos" para que se retirara de su consultorio.
Detalló que el día de ayer, su sobrina acudió a la consulta, que le correspondía en el consultorio cinco de la clínica 36 del IMSS, sin embargo no fue atendida después de que reveló su padecimiento.
Dijo que estos actos no pueden continuar, ya que cada vez son más recurrentes, además de que son personas que están preparadas en el área médica y como tal tienen en sus manos la vida de seres humanos y no tienen porque tratarlos de esa manera.
Aún cuando la enfermedad que padece su familiar, de 24 años de quien omitió el nombre precisamente por temor a los actos de discriminación, es peligrosa mencionó que no puede ser tratada de esa manera y menos en una institución médica.
Por este acto que violenta el derecho a la salud, se emitió una queja ante la Comisión Regional de Derechos Humanos en esta ciudad, a cargo de la licenciada Carmen Libreros González, quien comentó a los quejosos que se indagará la problemática y se llegará a las últimas consecuencias y en caso de comprobarse la veracidad de los hechos se canalizaría a la dependencia central para que se emita la recomendación correspondiente a la institución
Diario del Istmo - junio de 2008 - link nota