México, tatuajes y riesgo de hepatitis C, B, sida, tétanos ...

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En pleno centro de la ciudad opera una red de personas dedicadas al negocio del tatuaje y el piercing ilegales, que ofrecen sus servicios a menores de edad sin autorización y en condiciones antihigiénicas y poco seguras.
Instalados en casas o puestos de plazas comerciales del primer cuadro, estos negocios han puesto en riesgo de contraer sida, hepatitis o tétanos, a los cientos de niños y jóvenes que acuden para tatuarse o perforarse.

El empleo de agujas usadas, de materiales de baja calidad, la falta de métodos de esterilización efectivos y la venta de joyería corporal "pirata", no quirúrgica, son algunas de las irregularidades con las que trabajan estos estudios improvisados que carecen de licencia sanitaria.
Aunado a esta situación, la Secretaría de Salud de Coahuila no cuenta con un padrón actualizado de estos centros, por lo que tatuadores y perforadores legales en Saltillo denuncian que nadie los vigila.

"Están en el Mercado Nuevo Saltillo, en las pulguitas del centro. Son locales que se han cambiado de nombre y de lugar como cuatro o cinco veces, una vez por año", dice Óscar Saucedo Orta, tatuador con licencia sanitaria.
Y agrega que sólo en el centro, existen más de cinco puestos o estudios, algunos de ellos clandestinos, que sin aviso de funcionamiento o autorización sanitaria, practican perforaciones y tatuajes de alto riesgo.
"No están escondidos, están a la vista del público, al paso de la gente. No es posible que Salud no pueda ver eso. Están fomentando, con su falta de atención, un problema sanitario".

Se sabe también que en la mayoría de estos locales se vende joyería que, contrario a lo prescrito por las normas de Salud, no está fabricada con acero quirúrgico, y cuyo costo oscila entre los 10 y 15 pesos.
"La joyería que se está utilizando en Saltillo es pirata, joyería que nada tiene que ver con material quirúrgico, son aceros pulidos que causan oxidación y problemas graves en el organismo.

"Cada pieza normalmente cuesta entre 60 y 70 pesos. Los clandestinos compran joyería pirata de 2 pesos, 5 pesos, a veces en 1 peso, imagínate... es negocio redondo para ellos". Saucedo Orta también afirma que en estos locales, violando el artículo 268 bis-1 de la Ley General de Salud, se realizan perforaciones a menores de 18 años sin autorización, ni responsiva de los padres.

"Ahorita la gente que más se perfora son niños y nadie te puede perforar si no tienes el permiso de tus padres, pero es bien fácil porque los chavitos dicen: "˜¡ah!, pues ahí hay uno, ahí hay otro, otro, hay como tres clandestinos, voy con ellos y ellos sí me perforan’.

"Porque simplemente no existen, no tienen autorización sanitaria, y por eso no tienen ninguna responsabilidad legal. A los chavitos ni les preguntan nada, como "˜¿qué pieza quieres?’, y los pasan inmediatamente para cobrarles".

Estos negocios que, en algunos casos trabajan instalados en pequeños locales de cuatro metros cuadrados, no cuentan, como lo obliga la Secretaría de Salud, con métodos de esterilización efectivos, medios de disposición de residuos biológico-infecciosos, ni documentos que avalen la experiencia de los supuestos artistas.
"Para poder trabajar, Salud nos pide que tengamos un local establecido que sea única y exclusivamente para tatuar o perforar. Este local debe tener su área de venta, de información al público, sala de espera, área de trabajo, de esterilización, baño particular separado y un mínimo de 5 a 10 metros del área de trabajo...", detalla.

Y alerta a la par sobre el riesgo que representa el uso de joyería pirata y agujas contaminadas en la proliferación de enfermedades como el sida o VIH, tétanos, hepatitis "b" y "c", y las infecciones en la piel.
"No se han dado cuenta del peligro que significan estos estudios clandestinos. No le han dado la importancia que se merece, hasta que haya una epidemia real... y entonces sí".

Subraya que este fenómeno no se circunscribe solamente al centro de Saltillo, sino que se ha extendido por diversos sectores de la ciudad.

"Cada secundaria o preparatoria tiene su perforador que se cree perforador, porque ahorita toda persona que hace un orificio en la piel piensa que puede perforar, pero no cualquiera se hace responsable y a la hora de las consecuencias salen corriendo.

"Puedes ver que a veces ni los maestros, que son los que te tienen que dar la información a los niños y jóvenes, saben de qué se trata, solamente lo prohíben pero no informan, y si tú no lo informas, se crea un vacío de conciencia".
Declara que en más de una ocasión él mismo ha denunciado ante la Secretaría de Salud de Coahuila a los tatuadores que en el clandestinaje realizan esta actividad, pero nadie hace nada.
"Me dicen que no puedo hacer una denuncia contra un local clandestino, porque no puedo ser juez y parte y que tiene que ser una persona a la que ellos le hayan hecho algo, que le hayan causado daño, para que pueda surtir efecto la denuncia. ¿Cómo es posible? ¿Esperan que maten a alguien para actuar?...

"Yo les di una lista con direcciones y nombres de las personas que hacen perforaciones clandestinas y no les hicieron nada".
Advierte que Salud no ha puesto en marcha una campaña de información que advierta a niños y jóvenes sobre los pros y contras del tatuaje y la perforación.
"La gente no tiene la información, la gente solamente llega, ve que en el puesto hay una persona toda perforada o tatuada y dice "˜sí, este cuate sabe’.
"La mayoría de la gente, la chaviza, busca estos lugares porque no tienen información.

"¿Cómo es posible que la salud de los niños y los adolescentes de la ciudad no les importe?".

Y es que, expone, el tema del tatuaje y la perforación no está dominado aún por las autoridades de Salud, cuyo personal carece de la información y la capacitación suficiente para realizar una verificación.
"Cuando dan el aviso de funcionamiento de un estudio de tatuaje y perforación, ellos vienen a hacer un chequeo y nosotros tenemos que cumplir con un mini-curso de control sanitario, pero tan no conocen esta labor, que este curso es para restauranteros y no tiene nada que ver con lo que nosotros hacemos".

A ojos vistos

En un recorrido efectuado por Semanario, se comprobó la operación de locales y establecimientos en los que, violando la Ley General de Salud, se perfora a menores de edad sin autorización de sus padres, y en algunos casos, sin las medidas de higiene y seguridad obligatorias.
Ejemplo de ello es el módulo marcado con el Número 5 y denominado "Black Cinderella", que trabaja en una popular plaza comercial ubicada en el 513 de la calle Pérez Treviño.
Otro es el negocio "Mezcalínea", localizado en el 785 de dicha arteria.
Se confirmó además que en puestos como el ubicado en la calle de Allende, cruce con Aldama, se exhibe y vende hasta en 15 pesos la joyería "pirata" para la decoración de nariz, labios, cejas y lengua.

"˜Sí te perforo’

Con ayuda de una menor de edad, la grabadora de Semanario entra de forma subrepticia al local 5 de la plaza comercial que se halla instalada en el número 513 de la calle Pérez Treviño, entre Acuña y Xicoténcatl.
La menor, que apenas tiene 15 años de edad, se dirige hasta el puesto que mide unos cuatro metros cuadrados. Ahí también se expende, como en una pequeña boutique, ropa y artículos para dama.
Casi de inmediato, la menor pregunta a la dependienta de nombre "Cristy", si es que puede perforarla en la lengua, la ceja y la nariz.
La respuesta no se hace esperar, le dicen que sí y confirman que no necesita llevar a algún adulto con ella. Le cobrarán 130 pesos, incluido el importe de las piezas.
Le aseguran que no tiene ningún riesgo, siempre y cuando se cuide.

"˜Se puede’

Es otro día de la investigación, esta vez y con la colaboración de otro menor, llegamos hasta un establecimiento llamado "Mezcalínea", situado en el número 783 de la calle Pérez Treviño, entre Obregón y Purcell. El adolescente, también de 15 años, dice que tiene el deseo de perforarse, pero que no tiene permiso de sus padres.
Uno de los empleados de este lugar, que después nos enteramos cuenta con autorización sanitaria vigente, accede sin más trámite. El chico sólo tendrá que pagar 180 pesos por el servicio.

Mercaderes vs. Artistas

A pesar de la lucha que en años recientes han emprendido los artistas del tatuaje y la perforación por conseguir el reconocimiento legal de esta actividad, hay quienes insisten en permanecer en el clandestinaje.
Habla Ramón Pérez Corral, "El Tigre", pionero del tattoo y el piercing en Saltillo: "siempre va a ver gente irresponsable que actúa de esa manera.

"A esa gente se le está invitando para que invierta, invertir es la palabra, en productos y materiales adecuados, que vaya a tomar seminarios para que sea profesional y pueda pertenecer a una línea confiable, no se le está marginando, se le está invitando...".

Expone, sin embargo, que aún falta mucho tiempo para arribar al establecimiento de una conciencia y una cultura de la salud entre la comunidad de tatuadores y perforadores de la ciudad.
"Porque hay personas que aprenden en lugares que todavía no son profesionales y se jactan de serlo. La gente pone su publicidad, los usuarios confían y luego vienen los problemas.
"Un tatuador tiene que aprender en un estudio trapeando, lavando tubos, soldando agujas, armando y desarmando máquinas. Pasan bastantes años para poder confiar el tatuaje a un novato".

Pérez Corral detalla que en los últimos meses la comunidad legal de tatuadores y perforadores en Saltillo se ha dado a la tarea de organizar algunos seminarios, foros y mesas redondas con el fin de obtener y compartir información en torno a esta actividad, pero la respuesta no ha sido alentadora.
"Se hizo la convocatoria en mayo, para que fueran a tomar un seminario que dio Dany Wakantanka sobre perforaciones, la información sobre legislación...

"A nosotros nos tocó dar el seminario sobre tatuajes, ¿cómo puedes trabajar con la contaminación cruzada para no infectar a una persona?, ¿cómo puedes cuidarte tú mismo?... Pero la gente no fue, ¿por qué?, porque si van se tiene que aprender, y ese es el problema, todos aseguran que ya saben...".

"El Tigre" apunta que el tatuaje y la perforación, lejos de considerarse como una actividad comercial, es ante todo una manifestación del arte.

¡Ataque el clandestinaje!

Otros exponentes del tatuaje y la perforación, como Laura Prieto López, coinciden en que la mejor manera de combatir el clandestinaje y hacer de ésta una actividad profesional y ética, es trabajar sobre una reforma a la Ley General de Salud, que regule el funcionamiento de este tipo de estudios.
"Nosotros lo vemos aquí con tatuajes muy mal hechos, eso es lo mínimo que te puede pasar, que te lastimen tu piel y que te dejen, de por vida, un tatuaje mal hecho, pero el mayor riesgo es que puedas padecer algún tipo de enfermedad como la hepatitis "˜c’, o hasta el sida, por la falta de higiene".

Lo barato sale caro

Roberto Hernández Velázquez, hombre que ha dedicado los últimos 10 años de su vida al arte del tatuaje y la perforación, lamenta que por desinformación o afán de ahorrarse algunas monedas, la gente recurra a los negocios clandestinos.
"No toman en cuenta la higiene o algunas infecciones que puedan pescar si, por ejemplo, las tintas no son buenas, "˜me sale tan barato, mejor me tatúo ahí’ o "˜me sale una perforación y la pieza más barata, mejor me lo pongo acá’. Luego vienen aquí con "˜que aquella persona me puso un arete y se me infectó, me puso este tatuaje mal’".
Advierte que aplicarse una perforación barata y de baja calidad en un lugar inseguro y antihigiénico puede significar, a corto plazo, un gasto mayor.

"Es difícil que las autoridades intervengan, lo que podemos hacer es educar a la gente, a la comunidad para que estén enterados de que hay lugares establecidos y de lo que les puede ocurrir si se tatúan o perforan con los clandestinos".
Comenta además que la circulación de joyería pirata representa una competencia ventajosa para los negocios establecidos que, con documentación legal y mediante el pago de impuestos, importan desde Estados Unidos.

"Aquí una pieza te puede salir hasta en 10 pesos y yo las consigo allá en 50, 100 pesos, es mucha la diferencia".

También en las colonias

Pero el centro de la ciudad no es el único radio de acción en el que operan estos negocios dedicados a la práctica clandestina del tatuaje y la perforación:
"Lo malo es que generalmente son personas que están tatuando en su casa, no tienen el material adecuado. Sabemos que usan las mismas agujas, la misma tinta.
"El tipo de material de agujas que usan estos chavos, son agujas de chaquira o agujas para coser, esas agujas se oxidan y hay peligro de tétanos", detalla Alfonso González, otro de los precursores del tatuaje y el piercing en la ciudad.

Revela también que la mayor parte de la joyería que se comercializa en Saltillo proviene del Distrito Federal, lugar en el que, se tiene noticia, las piezas de ornamento son fabricadas a partir de rayos de bicicleta, espirales de cuaderno y otros deshechos.
"Los cortan, nomás les ponen dos bolitas y "˜órale ahí está tu arete para la lengua’, y es bastante peligroso".

"˜Soy huevón’

"Ahorita en realidad no tengo aviso de funcionamiento porque soy como muy huevón...", es la voz de Roberto Mateos, propietario de N-Yaya, un negocio de piercing ubicado en la calle de Victoria.
Asegura, no obstante, que cuenta con todas las especificaciones sanitarias a las que obliga la SSA en Coahuila.

"Si ellos llegaran a venir yo puedo mostrarles las instalaciones, cuento con área de esterilizado aparte, área de perforación y todo está bien estructurado, tengo médico de cabecera y trato de llevar todas las normas tal y como ellos las piden".

Y agrega que ni los dentistas con título profesional poseen el equipo sanitario que algunos de los estudios establecidos en Saltillo.
"Los dentistas, que son antihigiénicos a más no poder, yo conozco muchos dentistas que no saben lo que es un autoclave, por ejemplo, ellos trabajan con horno de calor en seco.
"Nosotros para hacer una perforación usamos mínimo de dos a tres pares de guantes y es el mismo cliente, los dentistas se avientan toda una sesión con un solo par de guantes, pero a ellos no se les exige porque están titulados o porque son médicos".

"˜Salud no ve nada’

Jorge Durón Martínez, subsecretario de Regulación y Fomento Sanitario de la SSA, comenta que esta dependencia no ha recibido denuncia alguna sobre la operación local e ilegal de centros de tatuajes y perforaciones.

"Si hubiesen denuncias que no han sido atendidas, encantado de la vida de conocerlas, de quiénes son y ver por qué no se atendieron".
Y agrega que esta dependencia recientemente verificó una serie de quejas en el municipio de San Pedro de las Colonias, Coahuila, sobre el caso de un grupo de jóvenes que se aplican tattoos y piercing en casas particulares y baños de escuelas.
Declara que durante el año pasado y en ese mismo municipio, la Secretaría procedió a la clausura temporal de dos establecimientos con este giro.
"Si en una segunda ocasión o en menos de un año se ve que no cumplen con la legislación, se puede dar efecto a la clausura total del establecimiento".
Precisa también que hoy la Secretaría trabaja en el levantamiento de un censo de todos los negocios de este tipo.

Planea ICOJUVE campaña

El Instituto Coahuilense de la Juventud arrancará a mediados de este mes una campaña de información sobre el fenómeno del tatuaje y las perforaciones en Saltillo. Este proyecto que lleva por nombre "Tú Decides", está dirigido a jóvenes de las secundarias y preparatorias de todo el estado y contempla la impartición de cursos, una exposición y charlas interactivas sobre el tema

"Estamos promoviendo el tatuaje como una obra de arte que no perjudique la salud de los adolescentes".

Jorge Núñez exhorta a los propietarios de establecimientos que se hallen en el clandestinaje, a que se acerquen a los negocios legales para solicitar información y asesoría.

Vanguardia México

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