Los virus de la hepatitis B y hepatitis C causan el 80% del cáncer hepático

hepatitis B C bristol myers squibb asia Tanto el virus de la hepatitis B como el de la hepatitis C provocan el 80 por ciento de los cánceres hepáticos primarios, que en su mayoría tienen mal pronóstico, según los expertos en enfermedad hepática reunidos en la Conferencia de la Asociación Asia-Pacífico para el Estudio del Hígado.

Las enfermedades hepáticas están en aumento en el planeta. La mayor parte de los afectados desarrollarán cirrosis, con altas probabilidades de que progrese a cáncer hepático. Se estima que hay unos 3,5 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis B (VHB), lo que supone cerca del 5 por ciento de la población mundial y en Europa viven unos 14 millones de afectados. Tanto el VHB como el virus de la hepatitis C (VHC) causan el 80 por ciento de los cánceres hepáticos primarios, que en la mayoría de los casos tienen mal pronóstico.

"El hepatocarcinoma produce la tercera causa de muerte por cáncer", ha explicado Ashley Brown, del Imperial College Healthcare, en Londres, en una reunión sobre el manejo de la enfermedad hepática durante la XXI Conferencia de la Asociación Asia-Pacífico para el Estudio del Hígado, que se ha celebrado en Bangkok (Tailandia).

Aproximadamente un tercio de la población mundial ha estado expuesta a la hepatitis B. Aunque la mayor parte de los casos se localicen en Asia, Brown ha dejado bien claro que "se trata de un problema de todos, puesto que son virus que se mueven alrededor del mundo". De hecho, "en mi consulta veo muchos pacientes con hepatitis B que han viajado por diversas zonas, sobre todo Europa del Este y Asia".

En Estados Unidos y Europa entre el 50 y el 70 por ciento de la mortalidad asociada a cáncer hepático se debe al VHC y a los cinco años, tan sólo el 10 por ciento se mantienen vivos. Para Brown, esto se debe a la limitación del tratamiento, "puesto que la radioterapia no funciona y la quimio tiene poco impacto. Por su parte, la resección tumoral no siempre es posible y aun así, no se logra eliminar la causa de la cirrosis".

En los casos en los que no se puede extirpar, las probabilidades de insuficiencia hepática son elevadas".El trasplante no es una opción en muchos países, tanto por el acceso a la intervención como por poder hacer frente a los tratamientos inmunosupresores. Por eso, "el trasplante no es la respuesta; se necesita controlar la causa de la enfermedad, evitar la infección por VHC y VHB". De hecho, la OMS ha definido la hepatitis "como una bomba de la que tenemos que defendernos".

En este sentido, es necesario implantar pautas preventivas eficaces. La transmisión por VHB es por vía sexual o por compartir jeringuillas y por el empleo de equipos para hacer tatuajes y piercings sin esterilizar.

"Otro aspecto al que hay que prestar atención es la transmisión vertical, puesto que el niño cuando adquiere el virus no tiene desarrollado el sistema inmunitario para hacer frente a la infección".

Clara Simón Vázquez - Bangkok - 22 de Febrero de 2011 - Noticia completaenviada por Equipo de prensa hepatitis

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