Los fármacos biosimilares no son equiparables a los biotecnológicos

Un informe analiza la aportación de este tipo de medicamentos. Su eficacia y su seguridad pueden estar alteradas respecto al innovador
Laura Rodríguez. Madrid

Los medicamentos biotecnológicos se han convertido en la última década en fármacos imprescindibles para el tratamiento de algunas enfermedades como el cáncer, la anemia, la hepatitis C, la artritis reumatoide o el infarto, para las que hasta ahora existían pocas posibilidades de tratamiento. Mientras, los medicamentos biosimilares (que surgen ante la pérdida de patente de los biotecnológicos), presentan características diferenciales respecto a los innovadores tanto en el procedimiento de investigación, producción, evaluación, farmacovigilancia, aspectos clínicos, legales y, por tanto, en sus condiciones de prescripción y dispensación.

Esta es una de las conclusiones del informe "˜Equivalencias terapéuticas de los medicamentos biotecnológicos’ elaborado por el Instituto de Estudios Médicos Científicos (Inesme). "Un biosimilar es un medicamento que nace de una nueva línea celular diferente de la del biotecnológico de referencia, y cualquier cambio en el proceso de producción puede modificar la eficacia y seguridad del medicamento. Por eso, la Unión Europea exige para su aprobación la realización de ensayos clínicos controlados", explica Jesús Honorato, presidente del Inesme y profesor de Farmacología Clínica en la Universidad de Navarra.

Además, como ha resaltado Santiago Cuéllar, director del departamento técnico del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, "de acuerdo con la legislación actual los biotecnológicos se incluyen entre los medicamentos que no pueden sustituirse sin autorización expresa del médico prescriptor".

Redacción Medica - 07 de mayo de 2009 - Leer la nota completa

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