Los estrógenos podrían combatir el cáncer de hígado, según estudio

El estrógeno podría ayudar a combatir la forma más común de cáncer de hígado al suprimir las respuestas inflamatorias en este órgano, según sugieren dos estudios estadounidenses que se publican en la revista Science. Los descubrimientos, realizados en ratones, muestran cómo un dominio del sistema inmune, la denominada 'inmunidad innata', contribuye a los cánceres de hígado e intestinal.

El carcinoma hepatocelular, o HCC, es una complicación de la enfermedad de hígado crónica y es entre tres y cinco veces más común en hombres que en mujeres. El estudio de la Universidad de California, dirigido por Willscott Naugler, propone que el estrógeno femenino inhibe una serie de señales asociadas a la inflamación que conducen al crecimiento tumoral.

De forma específica, el estrógeno actuaría para inhibir la secreción del factor inflamatorio IL-6 por las células del hígado llamadas células Kupffer. En los ratones macho que carecen de IL-6, el cáncer tiene una incidencia similar a la que se produce en las hembras.

Naugler explica que mientras que algunos órganos como las mamas se ven claramente influidos por el género, otros como el hígado, no. "Por ello es bastante interesante que la inflamación del hígado se vea suprimida de forma tan destacable por los estrógenos. Esto aumenta la posibilidad de que los órganos que no suelen estar asociados con las diferencias de género puedan verse gobernados por el mismo principio. El cáncer de vejiga, por ejemplo, se produce de forma más frecuente en los hombres que en las mujeres, y las diferencias podrían ser un resultado de mayores niveles de IL-6 y de la inflamación en la vejiga masculina".

IL-6 es producida mediante un mecanismo de señales dentro del sistema inmune innato, que incluye a la proteína MyD88. Otro estudio, el dirigido por Seth Rakoff-Nahoum y Ruslan Medzhitov desde la Universidad de Yale y el Instituto Médico Howard Hughes, implica a MyD88 en el cáncer intestinal. En un modelo de ratón de este cáncer, los autores descubrieron que los tumores eran menos comunes y más pequeños en los ratones que carecían de MyD88.

CC Azprensa

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