Los esteroides hacen sufrir al hígado

Más fuerza y mayor masa muscular. Hay quienes no dudan en apelar al principio maquiavélico, de justificar los medios con el fin, para alcanzar ambas metas en el menor tiempo posible y son los esteroides anabolizantes la vía más rápida sobre la cual transitan para sobresalir en desempeño y aspecto, ignorando que ello puede acarrear serios trastornos a la salud que van desde daños a la función hepática hasta la aparición de busto en el hombre e irregularidades en el ciclo menstrual en las mujeres.

Esos trastornos están ligados al uso indiscriminado y prolongado de la sustancia derivada de la testosterona que ha sido prohibida por organizaciones deportivas en todo el mundo y ha puesto en ridículo a la reputación de atletas y figuras mediáticas, como el reciente caso del grandeliga de los Yanquis de Nueva York Alex Rodríguez, quien reconoció el consumo del químico y puso en entredicho la validez de sus hazañas en el beisbol.

Médicos dedicados al estudio del mejoramiento deportivo coinciden en que los esteroides son capaces de provocar efectos adversos severos sobre el hígado, aunque advierten que los casos se desprenden de reportes clínicos y no de estudios epidemiológicos que puedan establecer con precisión las consecuencias. No obstante, entre las fallas han descrito cese de la función secretora hepática, hemorragias y aparición de tumores.

En el caso específico de los hombres, los especialistas señalan que el consumo de altas dosis de derivados de la testosterona, para incrementar la fuerza y el tono muscular, podría generar atrofia de los testículos y reducción en la producción de esperma. Y aunque se relaciona su consumo con aumento del apetito sexual, los médicos advierten que altas dosis pueden propiciar disfunción eréctil.

En mujeres, los efectos adversos del consumo de estas sustancias no son más alentadores. Los especialistas también hablan del incremento del deseo sexual femenino, pero acompañado de hipertrofia (aumento de tamaño) del clítoris, aparición y aumento de acné, pérdida de cabello, aparición de calvicie masculina, cambio en el tono de voz, incremento de vello en el rostro, reducción del busto y engrosamiento de la piel. Advierten que con los esteroides se gana músculo y fuerza, pero se pierden otras capacidades.

El Universal - Daniel Ricardo Hernández - 27 de febrero de 2009 - Leer la nota completa

Salir de la versión móvil