La falta de protocolos de diagnóstico precoz, principal barrera frente a la hepatitis

Son millones los afectados por hepatitis B y hepatitis C (VHB y VHC) en el mundo, y una quinta parte de ellos corre el riesgo de padecer cirrosis o cáncer de hígado.

Éstos son los datos que preocupan más a la comunidad sanitaria a nivel europeo, sobre todo dada la escasa atención dirigida a dicha enfermedad. No obstante, siendo mucho más contagiosa respecto al VIH, su impacto es infravalorado y hay una desproporción entre el número de los infectados por hepatitis y los recursos que se le dedican. Por eso los principales médicos, científicos, y grupos de pacientes a nivel europeo se reunieron en Bruselas, pidiendo una mayor intervención para hacer frente a la amenaza de salud pública que afecta a todos los ciudadanos en la UE y en el mundo.

La prevención inadecuada, el escaso nivel de concienciación e información pública, así como la falta de protocolos de diagnóstico precoz son las principales barreras para la gestión eficaz de la hepatitis vírica. Sin embargo, los datos que fueron presentados por los ponentes demuestran que existen los conocimientos y las herramientas para la prevención, detección y tratamiento de la enfermedad. "Es nuestra misión reunir los conocimientos científicos para encontrar soluciones y combatir estas enfermedades devastadoras", destacó Massimo Colombo, de la Universidad de Milán. La directora de la División de Enfermedades No-Trasmisibles de OMS-Europa, Negret Emiroglu, mencionó algunas líneas futuras a tomar, entre ellas aumentar el compromiso político para la prevención y el control de la hepatitis vírica, facilitar una amplia red de partners a nivel mundial, nacional y regional, desarrollar una visión compartida de la salud, fortalecer los sistemas nacionales de sanidad, promover la investigación para la prevención y el control de la hepatitis vírica, así como facilitar el intercambio de experiencias y mejores prácticas.

Políticas integradas

En particular uno de los objetivos clave es trabajar hacia el desarrollo y aplicación de políticas integradas a nivel europeo que puedan detener la difusión de la hepatitis B y C. Nadine Piorkowsky, presidente de la Asociación Europea de Pacientes del Hígado, hizo una importante llamada a la acción: "Esperamos que las instituciones europeas desarrollen propuestas concretas, en particular una Recomendación del Consejo sobre la hepatitis vírica sería una poderosa herramienta para empezar". El trabajo sólo acaba de empezar y hay un largo camino por recorrer, pero tras un esfuerzo común de toda la comunidad científica, las instituciones públicas y los pacientes, se verán pronto los resultados esperados.

Letizia Lupini - Gaceta Médica - Octubre de 2010 - Nota completa

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