Hay quienes califican a la hepatitis A como una enfermedad benigna. Semejante creencia no es del todo cierta: es benigna en niños; pero ya en adolescentes y adultos jóvenes, e incluso personas mayores, pudiera resultar una patología complicada.
La especialista dice que "no es necesario alarmarse; hay que insistir en que esta es una complicación poca frecuente, pero es necesario subrayar que el riesgo aumenta con la edad".
López recuerda que la enfermedad es producida por el virus VHA y se contagia con mayor frecuencia a través de transmisión fecal-oral y por aguas contaminadas. Dice que la mejor manera de prevenir el contagio "es vacunarse desde edad temprana. La vacuna que existe, según estudios, puede proteger por más de 20 años".
Pese a que lo ideal es vacunarse desde la niñez, la infectóloga subraya que "toda persona que no le haya dado hepatitis A puede y debe vacunarse". Destaca además que quien la haya sufrido o crea haberla padecido no pierde nada vacunándose "porque se puede producir una recaída".
La situación en Venezuela respecto a la hepatitis A
Sobre la prevalencia de la enfermedad en Venezuela, la doctora María Graciela López dice que "no es fácil hablar de número de personas infectadas, porque los casos son reportados muy poco; las cifras que da el Ministerio de Salud se refieren a hepatitis inespecífica y para 2006 hablaban de once mil casos aproximadamente y ocho mil más el año pasado". No obstante, la especialista está segura de que la mayoría de los casos contabilizados son de hepatitis A: "Anualmente se deben estar produciendo cerca de cinco mil nuevos casos de esta enfermedad".
La infectóloga agrega que los estados Bolívar, Falcón y Zulia tienden a mostrar mayor incidencia de la patología. Pero destaca que a través de los años en todo el país se ha producido una paradoja: "Hace 20 años aproximadamente la cantidad de enfermos de hepatitis A, localmente, era mayor porque no había un sistema bien establecido de drenajes, disposición de excretas y la población, especialmente la infantil, tenía mucho contacto con el virus de manera muy cercana y fácil. Hoy en día ya contamos con mejores condiciones higiénico-sanitarias y ha disminuido el contacto de los niños con el virus, pero sí tienen el riesgo de contagiarse cuando crecen y es allí cuando pueden venir las complicaciones".
Ante esa paradoja, López estima que "la mejor estrategia es seguir mejorando las condiciones higiénico-sanitarias del país e insistir en la vacunación de niños para que crezcan protegidos". Añade que las autoridades del país están considerando incluir el fármaco en los programas nacionales de vacunación infantil.
Grupos en riesgo
Enfatiza que existen "grupos ocupacionales" que no sólo están en riesgo de sufrirla, sino también de propagarla. Por lo tanto es imperiosamente necesario que se vacunen:
"Los manipuladores de alimentos, chefs y cocineros. Si ellos tienen la hepatitis pueden infectar a los comensales del restaurante. Los individuos que viajan frecuentemente, porque se exponen a comidas callejeras que pueden ser fuente de contagio y son capaces de traer la enfermedad al país. Los militares, especialmente los que están destacados en puestos fronterizos, porque manipulan diferentes alimentos sin mayores condiciones de salubridad. Todos ellos deben vacunarse para así evitar epidemias y brotes. La vacuna hace efecto a los diez días de ser aplicada".
El Universal – Daniel Ricardo Hernández - junio de 2008 - nota