La depresión inducida por peginterferón es reversible segun un estudio

La depresión asociada con el uso de peginterferón para tratar la hepatitis C crónica aumenta según el tiempo de utilización del fármaco, pero se revierte tras suspender el tratamiento, indicaron los resultados de un estudio.

Tras 48 semanas de tratamiento, el 42 por ciento de los pacientes desarrolló depresión. La existencia previa de depresión y biomarcadores potenciales de depresión, como los niveles de cortisol en sangre y el neurotransmisor llamado serotonina, estuvieron asociados con efectos adversos neurológicos o psiquiátricos, publicó American Journal of Gastroenterology.

"La depresión es un efecto secundario frecuente y limitante de la dosis del tratamiento antiviral en pacientes con hepatitis C", escribió el equipo del doctor Robert J. Fontana, de la University of Michigan, en Ann Arbor.
El objetivo del nuevo estudio fue conocer la incidencia, los factores de riesgo y la explicación biológica del trastorno. El ensayo se denominó Tratamiento Antiviral de la Hepatitis C a Largo Plazo contra la Cirrosis .

El equipo reunió a 201 pacientes con hepatitis C crónica y fibrosis avanzada que no habían respondido al tratamiento previo. Los pacientes recibieron peginterferón alfa-2a y ribavirina durante 24 semanas. Los 74 pacientes con ARN del virus de la hepatitis C (VHC) indetectable en la semana 20 continuaron con las mismas dosis hasta llegar a las 48 semanas de tratamiento antiviral.

La incidencia acumulativa de depresión inducida por el peginterferón fue del 23 por ciento en la semana 24, sin respuesta virológica a la semana 20 como el único vaticinador independiente identificado.

Para los autores, ese resultado se debería por lo menos en parte "al impacto negativo esperado que podría tener en el ánimo del paciente saber que la viremia es permanente". La incidencia de la depresión asociada al tratamiento entre los 74 pacientes que respondieron fue del 9 por ciento a la semana 24 y del 42 por ciento a la semana 48.
Pero a la semana 72, los valores promedio según la Escala de Beck para Depresión-II "recuperaron los niveles previos al tratamiento (...), lo que demuestra que la depresión inducida por interferón es reversible".

La depresión preexistente, indicaron los autores, no estuvo asociada con un mayor riesgo de depresión inducida por el tratamiento. Los niveles matinales de cortisol en sangre se mantuvieron estables en el tiempo, lo que indica que las alteraciones en el eje hipotalámico-pituitario-adrenal no provocaron la modificación anímica.

Aunque los niveles normalizados de serotonina disminuyeron significativamente durante la terapia, esos cambios no coincidieron con el desarrollo de la depresión inducida por peginterferón. No obstante, el equipo concluyó que "se necesitan" más estudios sobre las vías de la serotonina "para identificar a los mediadores de la depresión inducida por interferón".

FUENTE: American Journal of Gastroenterology, noviembre del 2008
Buena Salud - 25 de novembre de 2008 - Leer la nota completa

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