Investigador desvela la base genética del hígado graso

La enfermedad hepática más común puede derivar en cirrosis o cáncer

Hepatitis, cirrosis, cáncer de hígado... Todas son patologías asociadas a un daño en el hígado relacionadas con el consumo de alcohol. Pero todos o alguno de estos males también los pueden desarrollar los abstemios que padezcan de hígado graso no alcohólico, una acumulación de grasa en este órgano que constituye una de las enfermedades hepáticas más frecuentes -con una prevalencia en España cercana al 25% de la población-, pese a que no hace demasiados años no se le prestaba demasiada atención.

Las causas que la originan no se saben aún con certeza, aunque ahora un equipo internacional de científicos han logrado desvelar su base genética. Es, también, la primera vez que se prueba una relación entre la genética y el hígado graso. La investigación, publicada en PLoS Genetics, ha sido liderada por el médico gallego Rubén Hernáez (Ourense, 1975), profesor en la Escuela de Medicina Johns Hopkins de Baltimore (EE.UU.), y ha involucrado a las universidades de Míchigan, San Louis, Maryland y Harvard, entre otras instituciones en las que también hay centros europeos y españoles.

El hallazgo no solo ayudará a identificar a las personas en riesgo de presentar hígado graso o su progresión en cirrosis hepática, sino también a diseñar nuevas terapias para combatirlo. «Si conocemos los genes relacionados con el metabolismo de las glucosas y las grasas se podrán probar medicamentos ya existentes para hacer desaparecer la grasa del hígado o ayudar a la industria farmacéutica a desarrollar nuevos fármacos», explica Hernáez.

La colaboración entre investigadores norteamericanos y europeos ha permitido examinar distintos marcadores genéticos en 7.216 personas de origen europeo y los resultados se repitieron para verificar los resultados mediante el análisis de otras muestras de hígado y sangre. El trabajo ha demostrado que «aproximadamente un 25% de la variación en la enfermedad de hígado graso no alcohólico es influenciada por factores genéticos», señala Hernáez. La investigación no solo ha establecido esta identificación, sino que ha identificado a un 20% de estos factores genéticos.

Triglicéridos

Cinco de las variantes genéticas localizadas están relacionadas con la presencia de una mayor deposición de grasa en el hígado definida por tomografía computarizada; dos se asocian con el metabolismo de triglicéridos (el principal componente del depósito de grasa en el cuerpo), y otras se identifican con medidas de resistencia a la insulina y alteraciones en los niveles de colesterol.

«Esta iniciativa -apunta Rubén Hernáez- llega en un momento muy importante, porque la obesidad y la diabetes tipo 2, principales factores de riesgo para el desarrollo y progresión del hígado graso, están en aumento exponencial». El médico ourensano teme que la enfermedad del hígado graso o esteatosis hepática siga el mismo patrón, lo que resultará especialmente preocupante en niños, «donde desconocemos su efecto a largo plazo».?

Por R. Romar - redacción La Voz de Galicia - Marzo 2011 - nota completa

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