Hepatitis y HIV en cárceles de Venezuela

2362009488983

Alarmada la población reclusa de la cárcel de La Pica, según misiva que nos hicieron llegar, en la cual nos hablan de más de 46 internos con Hepatitis, 3 con VIH y 3 con Tuberculosis, nos hablan de la falta de asistencia médica, no saben cuántos familiares puedan haber sido afectados y que están luchando para que sean atendidos, la Defensoría del Pueblo no existe, sino para trabajar con las autoridades.

Triste la situación y hay que recordar a las autoridades que este establecimiento se encuentra bajo Medidas Provisionales de Protección emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, desde el 9 de febrero de 2006, donde le requiere al Estado que adopte medidas para: reducir sustancialmente el hacinamiento en el Internado Judicial de Monagas ("La Pica"), separar a los internos procesados de los condenados, ajustar las condiciones de detención del Internado a los estándares internacionales sobre la materia y brindar la atención médica necesaria a los internos, de tal forma que se garantice su derecho a la integridad personal.

En este sentido, el Estado deberá realizar una supervisión periódica de las condiciones de detención y el estado físico y emocional de los detenidos, que cuente con la participación de los representantes de los beneficiarios de las presentes medidas provisionales. Cuestión que el Estado nunca ha cumplido.

La cárcel de La Pica es una prisión como las demás, en la que uno puede darse perfecta cuenta del esfuerzo que realizan los reclusos por iniciativa propia para buscar alternativas y estar ocupados realizando actividades deportivas y culturales, de manera de erradicar el ocio, madre de todos los males que se come al ser humano.

La hepatitis es una inflamación en el hígado diferentes causas. Puede ser una enfermedad que se cure rápidamente, sin dejar secuelas en este órgano, o transformarse en una enfermedad de carácter crónico, pero por las condiciones de higiene de nuestras prisiones, sabemos que no contribuyen en nada a erradicarla.

En este caso existe el peligro de una degeneración progresiva del hígado que puede conducir a una cirrosis hepática o cáncer.

Por: Humberto Prado/Auditorio Azul – TalcualDigital – junio 2009 – Leer la nota completa

Salir de la versión móvil