En México hay alrededor de 1.7 millones de personas afectadas por hepatitis B y C crónica.
El presidente del Consejo Nacional Empresarial Sobre SIDA AC (Conaes), Luciano Zylberberg, señaló que en México "se estima que tenemos alrededor de un millón 500 mil casos de hepatitis C crónica y 200 mil de hepatitis B crónica", aunque hay un gran subdiagnóstico.
Comentó que existen cinco tipo de hepatitis virales (A, B, C, D y E) con formas diferentes de contagio, prevención y control. La del tipo A es una enfermedad benigna, que se cura completamente indicó.
No así la hepatitis B y hepatitis C que, sin el tratamiento oportuno y adecuado suelen evolucionar a enfermedades hepáticas como la cirrosis y después a cáncer de hígado. Además, ambas son asintomáticas. "Pueden estar dormidas diez, veinte años", dijo.
Zylberberg destacó que la hepatitis B se adquiere principalmente a través de contagio sexual. Esta infección es prevenible a través de la vacuna que desde hace trece años se incluye en el esquema gratuito de vacunación infantil, por lo que el riesgo "es para quienes no se han vacunado". De adquirirla se puede controlar con antivirales.
Para la hepatitis C no hay vacuna. No es curable y requiere de inactivar el virus con tratamientos no siempre al alcance de la población. Antes 1994, se contagiaba por transfusiones de sangre, hoy a través del contacto con jeringas, cortaúñas, utensilios de dentistas, agujas para peeling y tatuajes.
El Conaes junto a la Fundación Civitas Firma y la Fundación Mexicana para la Salud Hepática difundirán la campaña ABCDEducando sobre la hepatitis para educar a la sociedad acerca de las diferencias entre las diferentes infecciones virales.
Maricarmen Rello - Milenio - septiembre 2010 - Nota completa