Estudio sobre Programas de Hepatitis en distintos países

Comparación, análisis y sugerencias para un mayor éxito de los Programas de Hepatitis

hepatitis planesEl estudio realizado por la consultora PWC recoge las experiencias y opiniones de más de 40 agentes del sector, entre los que se encuentran expertos clínicos, administración pública, políticos del área de salud, sociedades profesionales, investigadores, académicos y especialistas internacionales implicados en Planes Nacionales de Hepatitis C de sus respectivos países.

El tratamiento en otros países
Tomando como referencia el éxito de los planes de Francia y Escocia, los autores que han participado en este informe están de acuerdo en la necesidad de hacer hincapié en el apartado epidemiología, es decir, en cuantificar la magnitud del problema y describir las características de los pacientes.
Plan Integral para la Hepatitis C en España: identificando las claves del éxito

En la rueda de prensa celebrada este jueves se ha hablado de que en España sólo un 40% de los afectados está diagnosticado. "Tenemos que poner énfasis en identificar a los pacientes que desconocen su afectación", señala Federico García, presidente del Grupo de estudio de hepatitis C (GEHEP) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Como argumenta José Luis Calleja, jefe adjunto del servicio de Gastroenterología y Hepatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid, "el éxito que estamos teniendo en la línea estratégica del tratamiento (que era lo más urgente) debe ir acompañado de un plan de prevención, de epidemiología y de inversión para la investigación porque si no, nos quedaremos sólo en la cura de los casos que conocemos".

Para ello y, en vista de otras experiencias, el informe propone algunas recomendaciones, "como potenciar el papel de la enfermera para detectar nuevos casos o la creación de redes de centros de referencia", subraya Calleja. Por ejemplo, entre los factores clave del éxito del plan estratégico escocés reside en un enfoque integral y colaborativo. "Se persiguió una colaboración única entre el sector público, las instituciones sanitarias, el entorno universitario y las asociaciones de pacientes", relata el documento.

Más allá de establecer una coordinación global, se establecieron redes locales formadas por equipos multidisciplinares responsables de la estrategia a nivel local. "Estas redes fueron y siguen siendo responsables de la instrumentación de las políticas".

Por otro lado, el conocimiento de la dimensión de la enfermedad a través de la recogida de datos epidemiológicos fue fundamental para establecer estrategias individuales. Entre 1995 y 2005 se realizaron encuestas a grupos de riesgo, como usuarios de drogas. Se estableció una base de datos de diagnósticos realizados por 17 laboratorios al centro nacional. Además, se llevó a cabo otra base de datos clínica que abarcaba los principales centros de especialidades. Se conectaron estas bases a otras nacionales tales como los registros de fallecimientos y los de diagnósticos de pacientes ingresados en hospitales.

Por último, el plan escocés "ha contado con la financiación adecuada", puntualizan los expertos en el informe.
Aproximadamente, el 40% del total de la financiación se destinó al tratamiento, el 30% para apoyo asistencial, incluyendo costes de personal, y el 30% restante se destinó a políticas de prevención y mecanismos de coordinación y monitorización del propio plan.

En España el sistema se enfrenta al reto de conseguir la financiación adecuada
La fragmentación del sistema de financiación conlleva un distanciamiento entre el nivel central y autonómicos", apuntan los autores del informe. El reto español"Teniendo en cuenta que el procedimiento de inclusión en la financiación del sistema no es transparente ni predecible y que las negociaciones de precios con la industria se realizan a nivel central, nos podremos encontrar con posibles desencuentros entre niveles". Como asevera a la agencia Efe el hepatólogo Javier Crespo, secretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, "el gran defecto" de este plan es que el sistema de financiación "es muy poco transparente, no lo entendemos, no lo entienden los agentes locales de salud, no lo entendemos los médicos y eso exigiría un proceso de explicación más claro".

En el capítulo de la financiación, el problema en España es que el gasto sanitario público se ha recortado en los últimos años en casi 10.000 millones de euros (entre 2009 y 2013). La solución que el Ministerio de Sanidad anunció para acompañar el Plan Estratégico de Hepatitis C fue que Hacienda prestaría a las Comunidades Autónomas 727 millones de euros para tratar a casi 52.000 pacientes con fibrosis hepática avanzada en los próximos tres años. Sin embargo, en este aspecto, se presentan quejas. Algunas autonomías apuntan hacia el ministro de Hacienda por "haber olvidado su compromiso" para que el gasto en los medicamentos de última generación contra la hepatitis C no sume en el cumplimiento del déficit (las comunidades se tienen que dirigir a las farmacéuticas para solicitarles los medicamentos y las cantidades que adeuden serán abonadas a los laboratorios por Hacienda.

Las autonomías tienen que devolver al Gobierno el dinero adelantado en un plazo de 10 años). Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha insistido en que "las autonomías ya tienen liquidez para hacer frente a los gastos de esta enfermedad", por lo que "las comunidades tienen que hacer frente su déficit sí o sí".

Tal y como señala el informe, en este debate de gastos y déficit, convendría incorporar el concepto retorno de la inversión en la toma de decisiones. "El paciente se ve liberado de la enfermedad y el sistema sanitario se ve aligerado de una carga asistencial muy pesada y costosa cuando la enfermedad alcanza su etapa final (trasplante de hígado, cáncer hepatocelular o cirrosis)".

Adicionalmente, la incorporación al mercado de los que dejan de estar enfermos repercute en una mayor productividad y en una disminución de los costes indirectos. "Es momento, por tanto, de incorporar los resultados del análisis de los beneficios que un nuevo medicamento aporta a la sociedad en general y al tejido socioeconómico español en particular a la hora de decidir sobre su financiación por el Sistema Nacional de Salud.

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Adaptación : Hepatitis 2000
Fuente:El mundo.es

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