Enfermedades del hígado, México

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Cirrosis hepática y hepatitis crónica, las más frecuentes

Las enfermedades del hígado, como cirrosis y hepatitis crónica, ocupan la quinta causa de mortalidad general, la tercera en hombres y la sexta en mujeres; no obstante que en la mayoría de los casos se pueden prevenir, aseguró Enrique Wolpert Barraza, especialista en medicina interna y gastroenterología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMN) "Salvador Zubirán".

En el marco de la celebración del Día Nacional de la Salud Hepática, el especialista alertó que "el principal problema de las enfermedades hepáticas es la falta de síntomas, por lo que la mayoría de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, de ahí que la detección oportuna a través de estudios en sangre sea fundamental".

Precisó que el hígado es un órgano que se ubica en el cuadrante superior derecho del abdomen protegido por las costillas y representa del 2% al 5% del peso corporal. Realiza alrededor de cinco mil funciones, entre las que destacan la eliminación de sustancias tóxicas y residuos dañinos para el organismo, así como la fabricación y síntesis de colesterol y proteínas que intervienen en la sangre.

Puntualizó que el hígado puede enfermar debido al abuso en el consumo de bebidas alcohólicas, sustancias tóxicas y medicamentos, infección por virus, enfermedades genéticas y obesidad.

En este sentido, dio a conocer que en México se registran casi mil 500 casos de cirrosis, de los cuales 530 (36.4%) se debe a infecciones por virus de hepatitis C y 569 (39.1%) a consumo excesivo de sustancias alcohólicas; es decir, estas dos causas son responsables de casi 80% de las enfermedades hepáticas crónicas.

Hizo hincapié en que la fuente más común de infección por hepatitis C es haber recibido una transfusión antes de la prohibición del uso de sangre comercial, en 1994 y, en la actualidad, el uso de drogas endovenosas, por lo que se estima que hay más de un millón de casos, de los cuales 80% evoluciona a alguna enfermedad crónica del hígado, 20% a cirrosis y de éstos últimos 1% anual a carcinoma hepático.

Debido a la falta de síntomas, las personas desconocen su situación, por lo que reiteró la necesidad de que se sometan a una medición de anticuerpos en suero, que se realizan en laboratorio, sobre todo si recibieron una transfusión hace más de13 años o son usuarios de drogas inyectables, ya que el virus tarda hasta 25 años en manifestarse.

Dijo que también es necesario tener una dieta sana y balanceada, evitar el consumo excesivo de azúcares y grasas, aplicarse las vacunas contra hepatitis A y hepatitis B, ejercicio aeróbico, no compartir artículos personales como cepillo de dientes, rastrillo o cortauñas, no usar agujas previamente utilizadas, protegerse con condón durante las relaciones sexuales, ser precavidos con los aeorsoles e insecticidas, no automedicarse y, en caso de realizarse un piercing o tatuaje, hacerlo en condiciones adecuadas de higiene.

Otra complicación de la cirrosis es la encefalopatía hepática. Se caracteriza por la incapacidad del hígado para cumplir funciones como desintoxicación de sustancias que se acumulan en la sangre, como el amonio, lo cual ocasiona alteración neuronal o psicológica, que pueden llevar al paciente a un estado de coma o hemorragia secundaria a hipertensión portal y poner en peligro su vida.

Al referirse a la hepatitis B, el especialista explicó que también puede conducir a cirrosis, descompensación, falla hepática progresiva, hepatitis fulminante y hepatocarcinoma. En la mayoría de los casos se adquiere por transmisión sexual; no obstante, se puede prevenir con la aplicación de la vacuna contra este virus, que desde 1999 se aplica de manera gratuita dentro de la Pentavalente, como parte del Esquema Nacional de Inmunización. Sin embargo, quienes nacieron antes de esa fecha no están protegidos, por lo que deben solicitarla.

Finalmente añadió que otros problemas graves del hígado que aumentan cada vez más son el hígado graso no alcohólico y carcinoma hepatocelular en personas obesas y, ante el hecho de que México ocupa el segundo lugar en obesidad, pueden desarrollar complicaciones.

El Redactor 22 de junio de 2007

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