Enfermedades del hígado entre las primeras causas de muerte en EEUU según Clínica Mayo

Científicos de la Clínica Mayo descubrieron con un estudio que se minimizaba el impacto mortuorio de las enfermedades del hígado

Mientras los estudios de los Centros para el Control y Prevención  de Enfermedades (CDC) ubican a la mortalidad por enfermedades hepáticas como la causa número 12 de muertes más frecuente, los científicos dirigidos por la Clínica Mayo, después de definir de nuevo el concepto e integrar hepatitis viral, cáncer de hígado e hígado graso vinculado a obesidad, ubicaron a la muerte relacionada con el hígado como la número 4 para sujetos de riesgo y la número 8 para la población general.

"La metodología empleada por los CDC para definir la mortalidad vinculada al hígado es un poco limitada porque sólo se estudió un código de diagnóstico y no se incluyeron  muertes debidas a otras facetas de la enfermedad hepática", comentó el gastroenterólogo de Mayo Clinic, Dr. W. Ray Kim.

El médico abundó sobre la inclusión del nuevo concepto que, al menos en Estados Unidos, "existe gran cantidad de gente con hepatitis C que ahora avanza en edad y presenta complicaciones.  Además, con la llamada epidemia de obesidad, una gran cantidad de personas sufre de hígado graso y algunos avanzan hasta presentar enfermedad hepática terminal, cirrosis o cáncer del hígado.  A fin de descubrir la verdadera repercusión de las enfermedades hepáticas sobre la población, nosotros analizamos los datos utilizando criterios más integrales".

Tras analizar los registros sobre la muerte de personas adultas entre 1979 y 2006 de los CDC, los científicos concluyeron que, en efecto, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de muerte, sin embargo, las enfermedades relacionadas con el hígado es la cuarta causa entre personas de 45 a 64 años.

"La enfermedad hepática es una causa importante de morbilidad y mortalidad en Estados Unidos, más de lo que antes se reconocía, y como médicos debemos estar conscientes de ello", finalizó el doctor Kim.

Fuente: Clínica Mayo – marzo 2011 – nota completa

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