Un proyecto de ley propone crear el Bono Vida para las personas portadoras del virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida).
El artículo tres de la propuesta normativa, a la cual tuvo acceso La Prensa, indica que el monto del beneficio sería de 2.400 bolivianos anuales.
Este bono se otorgará a las personas que sean portadoras de esta enfermedad, que residan en el país y que estén acreditadas. Además, dice el proyecto, los "que no perciban una renta del sistema de seguridad social de largo plazo o una remuneración contemplada en el Presupuesto General de la Nación".
Con esta norma también se beneficiarán las personas con VIH/sida que tengan un salario mínimo nacional; aunque con un monto menor, es decir, 1.200 bolivianos. Y los adolescentes que no tengan padres o "no puedan valerse por sí mismos en el diario vivir a consecuencia de su situación de salud".
El diputado cruceño de Convergencia Nacional Tomás Monasterio, proyectista de la norma, explicó que este bono pretende ayudar a los portadores de la enfermedad porque la mayoría de esta población es discriminada, lo que no les ayuda a conseguir trabajo para subsistir.
La forma de cancelación de este bono sería determinada mediante decreto supremo por el Órgano Ejecutivo. "Puede ser mensualmente", comentó.
El documento indica también que, cada tres años, este bono podrá sufrir variaciones determinadas por el Gobierno sobre la base de la evaluación técnico-financiera de las fuentes de financiamiento, pero no podrá ser eliminado.
El artículo sexto de la propuesta normativa señala que el Bono Vida se financiará con el 10 por ciento de todos los recursos percibidos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), también con la imposición de un impuesto de 50 centavos a todos los productos unitarios farmacéuticos o no relativos a productos y artículos de índole sexual, y con recursos de la cooperación internacional.
El dinero que se generará por ambas vías deberá ser depositado en una cuenta del Fondo del Bono Vida. Las organizaciones sociales estarán obligadas a velar por la transparencia del pago.
Además, el proyecto describe que el Ministerio de Salud, en coordinación con las nueve gobernaciones, desde la unidad competente, elaborará la base de datos de los beneficiarios en 50 días desde la promulgación de la ley.
Monasterio informó que este proyecto está en la Comisión de Educación y Salud de la Cámara de Diputados, pero aparentemente todavía no fue tratado porque es elaborado por la oposición. "Eso también es discriminación, porque los diputados del oficialismo sólo tratan los proyectos de su partido". Sin embargo, reiteró que más allá del color político, importa la ayuda a esta población.
Piden incluir el tema en currícula
La Asociación Civil de Desarrollo Social y Promoción Cultural Libertad (Adesproc) pidió que el tema de la sexualidad se incluya en la currícula no sólo escolar, sino universitaria.
El director ejecutivo de esta organización, Alberto Moscoso, comentó que es importante que el Ministerio de Educación incluya la sexualidad, y específicamente el tema del VIH/sida, en la nueva currícula.
"Eso tiene que ser desde el nivel primario, pasar y dar mayor énfasis en la secundaria y también en la educación superior, es decir, la universitaria".
Recordó que los jóvenes son más propensos a adquirir el VIH/sida. Dijo que éstos no se informan de este mal "porque creen que nunca les va a pasar", pero es muy importante que no miren el flagelo como un tabú.
Para destacar
El Ministerio de Salud, mediante la Unidad de ITS/VIH-sida, indica que hasta el primer semestre de 2010 había 5.503 casos.
Santa Cruz es el departamento con mayor índice de seropositivos, porque tiene 3.005 casos confirmados.
Del total de personas registradas en el país, el 62,90 por ciento son heterosexuales y el 8,11 por ciento, homosexuales.
El proyecto de ley se elaboró con apoyo de la población que tiene el VIH/sida, de la circunscripción 53 de Santa Cruz.
Actualmente se encuentra en la Comisión de Educación y Salud de la Cámara de Diputados, a la espera de su tratamiento.
La Prensa Bolivia - octubre 2010 - nota completa