El principal problema de los medicamentos contra la hepatitis B actuales es la aparición de la resistencia

El gran problema actual de los tratamientos frente a las hepatitis virales es la aparición de resistencias a los mismos.

El problema de los medicamentos actuales para el tratamiento de la hepatitis B es que pese a su potencia antiviral pueden desarrollar resistencias, especialmente en los enfermos que han sido tratados previamente. Para evitarlo "hay que utilizar en primera línea los fármacos con mayor barrera genética a la resistencia, aquellos en los que se desarrolla en menor porcentaje, y que básicamente, en el caso de la hepatitis B, son dos: entecavir y tenofovir", ha explicado el Dr. Rafael Esteban, jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, en el trascurso de la III Aula Abierta Multidisciplinar en Hepatología que se acaba de celebrar en Santander organizado por la Cátedra Gilead y la acreditación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Si se presentan resistencias hay que incorporar un segundo medicamento que no tenga resistencia cruzada con el primero, pero no sustituir uno por otro diferente porque "la posibilidad de que surjan nuevas resistencias es muy alta. Por tanto, hay que añadir en vez de sustituir un segundo medicamento a un paciente que ya tiene resistencias previas". Para prevenirlas se debe elegir el mejor antiviral, es decir, un medicamento con una alta potencia y con una barrera de resistencia elevada. "Los medicamentos recomendables como primera elección para el tratamiento de la hepatitis B, según las Guías de la Asociación Europea para el estudio de las Enfermedades del Hígado, son tenofovir o entecavir", matiza el Dr. Esteban.

Por su parte, la Dra. María Buti, jefe clínico del Servicio de Hepatología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, explica que actualmente con el tratamiento estándar para hepatitis C (interferón pegilado y ribavirina) "sólo curamos al 50% de los pacientes, por lo que es evidente que necesitamos tratamientos mejores. Es el caso de los antivirales orales, que se van a asociar al tratamiento estándar dando lugar a un abordaje con tres fármacos. En hepatitis C se puede individualizar el tratamiento dependiendo de las características del paciente y del virus, de tal forma que los enfermos que tienen un perfil genético malo, previamente tratados y con carga viral difícil necesitarán más fármacos".

Coste-efectividad
Otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir un medicamento para tratar la hepatitis B es su coste-efectividad. En este sentido, el Dr. Esteban explica que "se está produciendo un error económico porque los pacientes que reciben lamivudina, terminan haciendo resistencia, obligando a administrar un segundo medicamento, encareciendo el tratamiento". El 70% de los pacientes tratados con lamivudina presentan después de cinco años mutaciones resistentes a los antivirales y además confieren resistencias a la utilización de otros antivirales con un espectro similar. "Hoy en día hay estudios de coste-efectividad que demuestran claramente que uno de los medicamentos más coste-efectivos es tenofovir porque no ha presentado resistencia después de tres años de tratamiento y esto es lo que las autoridades administrativas deben entender: no hay que buscar el medicamento más barato, sino el que tiene un mejor índice coste-efectividad". El especialista de Barcelona explica que si nos decantamos por un fármaco barato pero con un alto porcentaje de resistencias, al final ese tratamiento "le va a costar más al sistema público porque vamos a tener que estudiar las resistencias, que añadir nuevos fármacos y hacer chequeos más a menudo".

En aumento
Desde que en 2002 se incluyera la vacuna de la hepatitis B en los calendarios de vacunación de todas las Comunidades Autónomas se venía produciendo un descenso importante en el número de casos. Sin embargo, "actualmente se está observando un repunte de la enfermedad, probablemente debido a la inmigración procedente de países donde la prevalencia del virus es muy alta y no existen campañas de vacunación", explica la Dra. Victoria Hernando, del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III de Madrid. Esta circunstancia hace que sigan apareciendo casos de hepatitis B y que continúe aumentando la incidencia en países en los que sí está instaurada la vacunación. Otra razón del mayor número de casos es que "los países europeos están teniendo un aumento de las enfermedades de transmisión sexual, lo que contribuye al incremento de la misma".

La hepatitis B afecta más a los hombres (un 70% son varones) y al grupo de entre 25-44 años (un 52%). En el caso de la población inmigrante aparece a edades más tempranas. En un reciente estudio realizado en Cataluña se observó que "el 35% de los casos notificados de hepatitis B eran adolescentes jóvenes inmigrantes no vacunados", por lo que este segmento de población es una nueva diana a tener en cuenta para controlar la enfermedad.

Salut - octubre 2010 - nota completa

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