El caso Maeso, sobre contagio de hepatitis C a 275 personas, aún no termina…

VALENCIA. El 22 de junio de 2007 Juan Maeso, el anestesista condenado a 1.933 años de prisión por contagiar la hepatitis C a 275 pacientes, ingresó en la cárcel de Aranjuez. El próximo 17 de febrero 2009, 18 meses después, el Tribunal Supremo revisará su condena; decidirá si mantiene la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, si rebaja la pena, si absuelve al médico o modifica la cuantía de las indemnizaciones.

Según fuentes del TS, no habrá vista; sólo deliberación y fallo. Ni el abogado del anestesista, ni los letrados de los contagiados, ni los abogados de la Generalitat y de las compañía aseguradoras tendrán la oportunidad de exponer sus argumentos ante los magistrados de la Sala Segunda de lo Penal del Alto Tribunal; no hay prueba nueva; el TS revisará la valoración que de la prueba existente realizó la Audiencia Provincial de Valencia.

No hay otra explicación

En mayo de 2007, la Sección Segunda, después de 18 meses de juicio, concluyó que el que fuera jefe de Anestesiología y Reanimación del Hospital Maternal La Fe, era el responsable del contagio de la hepatitis C a 275 pacientes tratados en cuatro hospitales valencianos, uno público y tres privados, entre 1987 y 1998.

El tribunal empleó dos meses en hacer pública la sentencia. Le condenó a 1.933 años de prisión por 275 delitos de lesiones y cuatro homicidios imprudentes -cuatro pacientes murieron como consecuencia del virus- por considerar probado que el facultativo se inyectaba parte de los anestésicos a los que era adicto con el mismo instrumental con el que sedaba a sus pacientes. «De ninguna otra manera se explica que pudiera contaminar con restos de sangre suya el material anestésico y transmitir el virus a un número tan elevado de personas en un periodo tan prolongado de tiempo», dijo la Audiencia.

Muchos pacientes contrajeron la enfermedad tras pasar por el quirófano; el único nexo entre ellos es el anestesista; y todos, incluido Maeso, tienen el mismo virus, genotipo 1a. En los mismos hospitales, quirófanos y equipos médicos estos contagios «dejan de producirse después del cese de actividad del acusado».

Tras destacar el rigor de la prueba pericial genética, que apunta «inequívocamente» al acusado; que no ha sido «desvirtuada» por ninguna otra y que confiere carácter científico a la abundante «prueba indiciaria», la Sala concluyó que 275 contagios en nueve años «no son explicables por causas accidentales».

Meses después, en octubre de ese mismo año, la defensa del anestesista recurrió la resolución al Supremo: alegaba indefensión, error en la valoración de la prueba y vulneración de la presunción de inocencia.

Antes, había fracasado en todos sus intentos para lograr que Maeso siguiera disfrutando de libertad hasta que la sentencia fuera definitiva, hasta que el Supremo se pronunciara. La Sala del Supremo que revisará esa sentencia está integrada por Juan Saavedra, Manuel Marchena, Siro García, Miguel Colmenero y Perfecto Andrés. Éste último será el encargado de redactar la sentencia. «Muy garantista», dicen abogados de algunas víctimas, preocupados por la posibilidad de que la condena sea revisada a la baja. El caso Maeso no es el único que figura en la agenda del 17, por lo que según fuentes del Alto Tribunal no es descartable que las deliberaciones sobre la sentencia por el contagio masivo de la Hepatitis C continúen en días sucesivos.

ABC - 22 de enero de 2009 - Leer la nota completa

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