Detectan primeros casos de Hepatitis "E" en Uruguay

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Virus. Poco usual; se vincula a malas condiciones sanitarias

A fines del año pasado se detectaron en Uruguay los primeros casos de hepatitis E, que tiene casi las mismas características que la A, pero puede ser letal en mujeres embarazadas y está asociada a muy malas condiciones sanitarias.

Por primera vez se detectaron en Uruguay casos de hepatitis E, una variante poco frecuente de la enfermedad en esta región. "No hay registros de la cantidad de casos, pero son muy pocos", dijo a El País la hepatóloga Solange Gerona, quien aclaró que por el momento "no constituye en Uruguay un motivo de preocupación mayor", como sí lo son las hepatitis más conocidas que llevan las primeras letras del abecedario: las A, B y C.

Para el infectólogo Eduardo Savio, la hepatitis E está vinculada "a muy malas condiciones sanitarias" por eso es más frecuente encontrarlas en ciertos países centroamericanos o en la India, y no en Uruguay.
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"No es un agente que se busque rutinariamente en nuestro país. Los casos que se detectaron pueden haber sido en el marco de un ensayo clínico para encontrarlo específicamente", sostuvo el especialista y argumentó que la hepatitis E es "clínicamente indiferenciable" de una A.

El diagnóstico se hace en base a la exclusión de otras causas de hepatitis, especialmente la del tipo A.

La hepatitis E se transmite por consumir comida o agua contaminada con el excremento de personas que tienen la enfermedad, por eso es clave mantener condiciones de higiene adecuadas. Es un problema mayor en condiciones de aglomeración, saneamiento inadecuado y deficiencia en los abastecimientos de agua.

Entre las diferencias entre la hepatitis A y E, se puede anotar que en esta última la transmisión directa de persona a persona ocurre con menos frecuencia, aunque también se ha demostrado la transmisión de madre a hijo en mujeres embarazadas, produciendo hepatitis aguda grave en el recién nacido.

Los especialistas señalan que la hepatitis E es especialmente peligrosa para las embarazadas, quienes, como resultado de la infección, pueden fallecer o tener abortos espontáneos o partos prematuros.

Gerona insistió, de todas formas, en que si bien puede traer problemas en las embarazadas, no es hoy un problema de salud para Uruguay y en la mayoría de los casos se resuelve sin tratamiento.

A, B, y C. Para Gerona los problemas de salud para Uruguay son los que causan la hepatitis A, B y C, aunque destacó que se están realizando acciones para frenar la enfermedad.

"La hepatitis A se ha resuelto bastante bien con la vacunación. Antes teníamos casos fulminantes en niños que debían ser trasladados a Argentina para hacerles un trasplante (de hígado), pero se resolvió bien con la vacuna", subrayó. La vacuna contra la hepatitis A se recomienda luego de los 2 años y confiere una protección duradera del 100%.

Gerona agregó que algo similar ocurre con la hepatitis B, cuya protección está incluida en la vacuna pentavalente y se administra a los 2, 4, 6 y 12 meses y tiene una segunda dosis a los 12 años.

"Es importante que los chicos jóvenes, cuando comienzan su vida sexual activa (la hepatitis B se transmite por vía sexual), estén vacunados. Con eso también estamos cubiertos", dijo Gerona.

Sin embargo, para la hepatitis C, otra variante poco frecuente de la enfermedad, no existen vacunas. Este tipo de hepatitis se transmite más que nada por el contacto con sangre humana infectada y en la mayoría de los casos es muy poco sintomática.

Por eso se la define como un "enemigo silencioso", ya que el 70% de los pacientes con infección no presentan síntomas y hasta pueden pasar 20 años antes de presentar alguna manifestación hepática severa.

La hepatitis C constituye, primordialmente, un riesgo para pacientes dializados crónicos, trabajadores de la salud, personal de enfermería y médicos, o sea, todas aquellas personas que están en contacto con productos contaminados con sangre infectada.

Hepatitis C: Inquieta el avance de este "enemigo silencioso"; se contagia por sangre.
Estiman en 35.000 los uruguayos afectados con las hepatitis B y C

El próximo 19 de mayo se celebrará el Día Mundial de la Hepatitis y la fecha siempre es propicia para que los médicos especialistas divulguen información sobre la incidencia de la enfermedad en cada uno de los países.

Si bien el sistema de salud uruguayo carece de estudios que reflejen la prevalencia real de la hepatitis, los expertos estiman que en Uruguay, existen cerca de 35.000 personas infectadas con el virus B y C, que son las variantes que constituyen más riesgo para la salud de las personas.

La especialista Solange Gerona explicó que esa estimación surge de comparar cifras de países vecinos, como Argentina.

Tipos. Las hepatitis más frecuentes en Uruguay son la A, B y C. La A se da generalmente en los niños y suele ser una infección leve y generalmente sólo provoca cuadros de corta duración y no es causa de enfermedad hepática crónica. El contagio es por consumir alimentos contaminados.

La hepatitis B, en cambio, puede provocar un amplio abanico de enfermedades hepáticas y puede desembocar en cirrosis y cáncer de hígado. Su contagio se da principalmente por vía sexual o transfusiones de sangre. La hepatitis C tiene pocos síntomas, pero también provoca graves enfermedades hepáticas y es causal de trasplante de hígado. El contagio se produce por contacto con sangre infectada.

Síntomas y cómo prevenir

Al igual que ocurre con otros tipos de hepatitis, la variable E tiene signos y síntomas característicos. Entre ellos se encuentra: ictericia (color amarillento de la piel), fatiga, dolor abdominal, pérdida del apetito, náuseas y vómitos, dolor en las articulaciones y orina oscura. La hepatitis E se trasmite principalmente por consumir comida o agua que tenga excrementos de personas. Por eso, la mayoría de los brotes del virus se da en países con malas condiciones sanitarias, sobre todo en regiones de centroamérica, India y África. Se recomienda lavarse siempre las manos después de defecar, y de cambiar los pañales y antes de preparar la comida.

FEDERICO CASTILLO - El País Digital - mayo 2010 - nota completa

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