Desde un simple herpes a una hepatitis aguda

El virus que se ha hecho tan frecuente en los adolescentes puede causar simples vesículas orales o un compromiso general

Una simple infección de virus herpes que las jóvenes suelen cubrirse con parche medicamentado para eliminar el vergonzoso "fuego" que se forma alrededor de la boca , a veces puede significar una serie de otras enfermedades que según el grado de defensas e inmunidad de la persona puede llegar a una hepatitis aguda, fulminante con peligros para la vida.

Como muchos cuadros clínicos, por un lado está el agente, que en este caso es el herpes simplex tipo 1 (HsV-1), que el paciente se contagió en algún momento de su infancia o en su edad adulta, y por otro lado, está la habilidad del cuerpo del paciente para que este no produzca una enfermedad.

En cuanto a la frecuencia que un virus simple derive en una hepatitis, el Doctor Alejandro Soza del portal médico Hepatitis de Chile, sostiene en su informe de abril 2011, que es muy infrecuente, sin embargo, es de gran importancia considerarlo ya que los casos reportados tiene una mortalidad de un 80%.

La hepatitis "no siempre es lo que parece ser", revelan por su parte los doctores Juan Fernando Gallegos Orozco y Jorge Rakela Brodner en su publicación en la revista de la Clínica Mayo de Arizona, previamente publicado en Chile en octubre 2010.

Según Gallegos y Rakela, los clásicos virus de hepatitis desde la A hasta la E, no son los únicos agentes virales capaces de infectar al hígado, sino que también están los virus del herpes.

Entre la larga lista de virus sistémicos, es decir que atacan los sistemas del cuerpo (circulatorio, digestivo, nervioso, etc), que pueden causar la hepatitis están el virus herpes simple, herpes virus humano tipos 6.7 y 8, y el virus varicela-zoster (también del grupo de herpes), entre otros.

Explican que en el caso del virus herpes simple, que es el más conocido, la hepatitis se da más que nada en casos de recién nacidos, adultos jóvenes como en personas que tienen en ese momento comprometida su inmunidad. Mientras en el pariente virus varicella-Zoster, la hepatitis se asocia a los adultos con severas hepatitis fulminantes que deben ser tratadas con las dosis inyectables del fármaco para el herpes.

Los demás herpes también provocar la hepatitis aguda y a veces fulminante pero con síntomas no tan característicos como los del herpes simple.

Gallegos y Rakela recomiendan considerar estos tipos de virus cuando se encuentran ante un caso de hepatitis, sin embargo advierten que los exámenes que dan positivo con los marcadores, no necesariamente significa que existe en el cuerpo de la persona, el virus como enfermedad activa.

Muchos virus están en el ser humano sin estar activos y causar enfermedades, por lo que un examen positivo no es una confirmación.

Herpes Simple

Se adquiere muchas veces en la infancia a través del contacto con la secreción de alguna de las vesículas del virus o por la saliva de una persona infectada.

Se estima que con la primera infección la persona presenta síntomas de fiebre, dolor y aparición de vesículas con eritema e inflamación en la parte interna de la boca.

"El virus puede infectar además las neuronas sensitivas y autonómicas permaneciendo latente en los ganglios, frecuentemente el trigémino ( en la cara), desde donde se puede reactivar e infectar nuevamente las células epidérmicas (la piel y provocar el "fuego")", explica el doctor Soza.

La razón de porque se reactiva puede depender del nivel de algunas hormonas en le cuerpo, como e s el caso de las prostaglandinas, señala el doctor. En estos casos es muy frecuente la reactivación del virus ante cuadros febriles

Hepatitis

Es una inflamación del hígado. El enfermo tiene fiebre, dolor abdominal, falta de apetito, nauseas y vómitos, muchas veces con otros órganos comprometidos, como es el caso de los pulmones y las glándulas suprarrenales.

Solo un tercio de los pacientes tienen síntomas de lesiones orales o cutáneas por lo que el médico realiza otros exámenes, como una muestra de biopsia transyugular a la cual se realiza una examen de inmunofluorescencia que es capaz de detectar el virus.

Prevención

Una prevención en los virus de herpes es evitar el contacto -sobre todo en los pequeños- con las heridas o saliva de las personas infectadas.

Si se adquieren hábitos más rigurosos de higiene y buena alimentación en los bebes desde el nacimiento, estos crecen con las defensas necesarias para no manifestar problemas con el herpes y otros virus o bacterias.

Las heridas del herpes son causadas porque el virus destruye la célula infectada que normalmente queda está a la vista cuando se trata de la lesión en la piel o oral. De esa manera contagia con facilidad a otras personas durante los días antes que el cuerpo reaccione y lo elimine, naturalmente, o bien, por el tratamiento médico.

La persona enferma se toca la herida y esparce el virus en todas las superficies donde pone su mano, por lo que otro se contagia con facilidad. En estos casos un buen aseo personal es lo más indicado. Mantener hábitos de lavarse las manos y cara cuando se está con personas que están contagiadas con herpes es siempre una gran ayuda.

Como en los adultos las zonas afectadas por el herpes son variadas, esto requiere un buen aseo de las zonas afectadas y de las vestimentas.

Otro factor que es importante es la alimentación. Los dos primeros años de vida pueden ser claves en la inmunidad de las personas por lo que se recomienda una variedad de todas las verduras y alimentos de cada estación y de esta manera con un buen balance interno el cuerpo se mantiene sano.

La alimentación y la higiene van acompañadas de los ejercicios físicos, por lo que es bueno recurrir a algún deporte o yoga o las artes de cultivar el cuerpo de los orientales como en Falun Dafa.

En la medida que el cuerpo está más comprometido en sus defensas revertir el proceso para lograr una vida sana requiere todas las medidas de precaución necesarias

Por Anastasia Gubin - La Gran Epoca - octubre 2011 - nota completa 

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