Cirrosis hepática

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Cirrosis hepática, una enfermedad de etiología variable

 La cirrosis hepática está generalmente relacionada con la ingesta de alcohol en exceso. Sin embargo, es la culminación de la historia natural de la afectación hepática.
Es un término de más de 150 años utilizado para identificar una enfermedad hepática donde el hígado adquiere características especiales, generalmente disminuyendo su tamaño y adquiriendo una dureza particular y de superficie irregular (nodular). Suele ser el resultado final de varias entidades y luego de haber pasado años con una de ellas previamente.

¿Qué puede producirla?

Cuando se habla de cirrosis hepática generalmente se asocia con la ingesta de alcohol en exceso. Sin embargo, como dijimos, la CH es la culminación de la historia natural de la afectación hepática por alguna de las noxas que pueden afectar al órgano. En la tabla siguiente se enumeran las mismas

1- Ingesta de alcohol
2- Infecciones virales por virus B, C,
3- Biliares (primarias o secundarias)
4- Por enfermedades congénitas:
l Porfiria cutánea tarda
l Déficit de alfa-1-Antitripsina
l Hemocromatosis
l Enfermedad de Wilson
l Glucogenosis
l Galactosemia
l Intolerancia a la fructosa
l Tirosinosis
l Mucoviscidosis
5- Telangiectasia Heredo familiar (Enfermedad de Rendu Osler)
6- Hepatitis Autoinmune
7- Drogas
8- Otros tóxicos.

Epidemiología

Según decíamos anteriormente, la cirrosis hepática es una enfermedad de etiología variable, además es bastante frecuente en el mundo y posiblemente dependa de factores individuales en regiones diferentes. Existen algunos estudios donde la incidencia varía entre el 7 % y el 10 % de la población general, y muchos pacientes no saben que la padecen, hasta que sufren una descompensación y entonces se hace evidente.

La edad de aparición también varía generalmente. Se la detecta hacia la cuarta o quinta década de la vida y aunque es infrecuente encontrarla en niños o jóvenes, también existen. Datos epidemiológicos han demostrado que es más frecuente en el sexo masculino y esto quizás dependa de que los varones sean más proclives a beber en dosis mayores que las mujeres.

Aspectos clínicos

La CH puede pasar inadvertida mucho tiempo y como se ha dicho, ponerse de manifiesto por un examen rutinario o por una descompensación.
No es necesario esperar que las analíticas estén "alteradas" para iniciar un proceso diagnóstico o sospecha de enfermedad, en ocasiones sólo una pequeña modificación en algún parámetro es necesario para sospechar la enfermedad.
Pueden presentarse de cuatro maneras básicas:
l Hallazgo casual sin síntomas ni signos de enfermedad
l Con síntomas, pocos signos de enfermedad y sin descompensación
l Con síntomas y signos de descompensación
l Complicada y con alto riesgo para la vida del enfermo.

Las causas más frecuentes de la descompensación son las siguientes:
l Infecciones
l Retención de líquido (Sme. Ascítico edematoso)
l Encefalopatía
l Sme. icterico
l Sangrado digestivo (generalmente por ruptura de várices esofágicas).

Bases del diagnóstico

Una vez sospechada la enfermedad el médico ha de indicar algunas pruebas complementarias, entre las más frecuentes se encuentran las siguientes que llevarán al diagnóstico:
l Enzimas hepáticas (transaminasas, fosfatasa alcalina, GGT)
l Colesterol
l Nivel de bilirrubina
l Factores de coagulación
l Proteínas y Albúmina
l Ecografía
l TAC o RNM
l Biopsia hepática
l Estudios hemodinámicos
l Estudios especiales para determinar el origen de la enfermedad

Tratamiento

La cirrosis hepática no posee un tratamiento específico en sí. Tiene tratamiento para sus causas, las que muchas veces permiten detener el avance de la enfermedad o evitar la progresión al hepatocarcinoma. Otras veces se tratan las complicaciones que permiten al paciente tener aceptables condiciones de vida y desarrollar sus actividades normalmente.
Afortunadamente en la actualidad se cuenta con la posibilidad de efectuar transplante de hígado que hará que el enfermo recobre una vida normal libre de enfermedad, por supuesto requerirá controles por equipo de médicos especializados.
Es muy importante que el paciente conozca su enfermedad, tenga contacto periódico con su médico, realice los controles que se le indican. Muchas veces puede llevar una vida absolutamente normal observando pequeños cuidados especiales o agregando alguna medicación como cualquier enfermedad crónica.
José Hipólito Vilar

La República de Corrientes 14 de mayo de 2007

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