Cirrosis, definición y cuidados básicos

El tratamiento adecuado puede detener o retrasar el avance de la cirrosis y reducir las complicaciones.

El tratamiento depende de la causa de la cirrosis y de las complicaciones que tenga la persona.

Por ejemplo, para la cirrosis ocasionada por el consumo excesivo de alcohol el tratamiento comienza con que el enfermo deje de tomar alcohol.

El tratamiento de la cirrosis relacionada con la hepatitis consiste en distintos tipos de medicamentos, como el interferón para la hepatitis viral y los corticoesteroides para la hepatitis autoinmune.

La cirrosis causada por la enfermedad de Wilson, en la cual se acumula cobre en los órganos, se trata con medicamentos que eliminan el cobre.

Éstos son sólo algunos ejemplos, el tratamiento de la cirrosis que resulta de otras enfermedades dependerá de cuál enfermedad la causó.

En todos los casos, independientemente de la causa, seguir una dieta sana y evitar el alcohol son dos medidas esenciales.

La actividad física también puede evitar o retrasar la cirrosis. Y es necesario tratar las complicaciones. Por ejemplo, para la ascitis y el edema, el médico puede recomendar una dieta baja en sodio o el uso de diuréticos, medicamentos para eliminar el exceso de líquido del cuerpo. Se prescriben antibióticos para las infecciones y hay varios medicamentos que pueden aliviar la picazón.

Las proteínas hacen que se formen toxinas en el tracto digestivo, por lo que comer menos proteínas ayudará a reducir la acumulación de toxinas en la sangre y en el cerebro.

El Metro de Guayaquil - 20 de enero de 2009 - Leer la nota completa

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