Cada vez más niños con enfermedades del hígado

La acumulación de grasa en el órgano es el primer paso para su deterioro y afecta a quienes padecen de sobrepeso

Licenciada en la Universidad Autónoma de Madrid y doctorada en el Instituto de Investigaciones Biomédicas del CIS, la doctora Martínez Chantar lleva desde 2005 estudiando las enfermedades hepáticas causadas por síndrome metabólico. Tras cuatro años de investigación en la universidad californiana de Berkeley, conoce de primera mano los daños que en Estados Unidos está provocando este conjunto de afecciones y avisa sobre las tremendas consecuencias que los hábitos importados de aquel país pueden tener sobre el hígado.

-¿Cuál es el campo específico de su investigación?
-Nosotros trabajamos en las enfermedades hepáticas causadas por el síndrome metabólico. Es una asociación muy reciente por los malos hábitos de vida que hemos importado de Estados Unidos.

-¿Qué porcentaje de estas enfermedades se debe a estos malos hábitos?
-No lo sabemos con exactitud, pero sí es seguro que su incidencia crecerá en los próximos años. Actualmente, el 20% de la población sufre esteatosis; y de ellos, el 20 ó 25% desarrolla esteatohepatitis. Si la situación no se controla, un 20%sufrirá cirrosis, y, finalmente, un 5% desarrollará el temido hepatocalcinoma.

-Explíquenos esta sucesión de patologías.
-La esteatosis es una acumulación de grasa en el hígado que afecta normalmente a los individuos que sufren sobrepeso. Si a esta acumulación se le une la inflamación del órgano, lo que sucede en uno de cada cuatro casos, estamos ante una esteatohepatitis. Lo grave de ésta es que ya no tiene marcha atrás. Al contrario que la primera, que se soluciona mediante una dieta adecuada, puede frenarse la evolución de la esteatohepatitis hacia la cirrosis, pero los daños en el hígado no son reversibles en la mayor parte de los casos.

-¿Y la cirrosis y el tumor?
-La cirrosis consiste en una regeneración anómala del parénquima, la sustancia que forma el hígado. Cuando le sometemos a ciertos excesos, éste, de textura blanda, se sustituye por unos nódulos fibrosos de colágeno que dan lugar a la cirrosis. El hígado se endurece y no funciona con normalidad. El último escalón es el cáncer o hepatocalcinoma, de tasa de mortalidad muy elevada.

-¿Pero no tiene el hígado una gran capacidad de regeneración?
-Sí. En teoría, de un solo hepatocito -las células del hígado- se podría llegar a obtener un órgano entero. En nuestros experimentos con ratones hacemos hepatectomías parciales de hasta el 75% del órgano y el animal logra regenerar ese hígado. Y lo más importante: lo hace con las mismas funciones y tamaño originales, que es el problema de los tumores.

-¿Qué ocurre cuando se tiene esteatosis o esteatohepatitis?
-Cuando hacemos la misma hepatectomía parcial en ratones enfermos, vemos que la mortalidad es mucho más alta y la capacidad de regeneración está descontrolada, lo que da lugar a hígados que no hacen sus funciones normales. Hay una proliferación y regeneración anómalas que influyen en el desarrollo del cáncer.

-¿Somos conscientes en Europa de este grave problema de salud?
-No, todavía no. En Estados Unidos están invirtiendo muchísimo dinero en la investigación de la esteatohepatitis. Allí la obesidad es una pandemia: hay niños de 6 ó 7 años con esteatosis y el 25% de los obesos, menores y adultos, tiene esteatohepatis. Europa va un poco más despacio.

-¿Y los costes para la sanidad?
-Hablamos de enfermedades crónicas que requieren muchos años de tratamiento. El coste para el sistema de salud es altísimo.

-¿Cómo es posible que se desconozca esta consecuencia tan grave de la obesidad?
-La clave está en la falta de comunicación entre los científicos y la sociedad, que nos ve como unos 'locos'. A nivel mediático se habla mucho más del sida cuando la realidad es que muere mucha más gente por hepatitis o sobrepeso.

El Correo Digital - J. GARAY - 03 de enero de 2009 - Leer la nota completa

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