Aun con una cirrosis muy avanzada, las personas pueden vivir más tiempo si dejan de beber

Nunca es tarde para dejar de beber      
El hígado, la central química del organismo, cumple cientos de funciones y es uno de los órganos más nobles: no es frecuente que se dañe. Pero cuando eso sucede, pone la vida en serio riesgo. Uno de los principales causantes es el alcohol. Veamos los últimos estudios.

"Donde hay vida hay esperanza", una máxima clásica que puede aplicarse a muchas cosas y casos. Tal el del alcoholismo. De acuerdo con una investigación de la universidad de Southampton, en el Reino Unido, nunca es tarde para dejar de beber, aún en los más severos casos de enfermedad del hígado relacionada con el alcohol.

Pero hay también una parte negativa de este hallazgo: más de un cuarto de las personas con cirrosis hepática debida al alcohol muere antes de tener la chance de dejar de beber, lo que pone el acento en el lado de la prevención, en evitar que se llegue a los extremos de la casi destrucción del hígado.

La cirrosis se desarrolla lenta y silenciosamente, pero habitualmente presenta un episodio de sangrado interno o ictericia que a menudo es fatal.

Hígado graso, hepatitis y cirrosis

Existen tres tipos principales de enfermedades del hígado inducidas por el alcohol. El hígado graso, que es la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado y es el más común de los trastornos de este tipo.

Otro es la hepatitis alcohólica, una inflamación aguda del hígado, que viene acompañada de destrucción de sus células y cicatrización. Y en tercer lugar, lo más severo, la cirrosis alcohólica, que ocasiona la destrucción del tejido normal del hígado y deja tejido cicatrizante inerte.

En los pacientes con enfermedad hepática de origen alcohólico se da una variada gama entre estos extremos, desde un hígado graso que no manifiesta síntomas, a la hepatitis alcohólica y el fallo hepático terminal con ictericia y otros trastornos.

Desafortunadamente, muchos alcohólicos presentan síntomas sólo cuando han desarrollado una enfermedad hepática severa. Sin embargo, aún en este estadio, se sabe que la abstinencia puede llevar a una significativa regresión de la patología en algunos pacientes.

Abstenerse, un predictor a largo plazo

El estudio llevado a cabo por Nick Sheron, profesor de la universidad de Southampton y hepatólogo del hospital general de esa misma ciudad, va aún más allá: encontró que la abstinencia de alcohol es el factor clave de un pronóstico a largo plazo, aún con una severa cirrosis debida al alcohol que se revele a través de una biopsia de hígado.

El trabajo fue publicado recientemente en el journal Addiction, donde le dedican más de 2.000 páginas de trabajos científicos por año y pertenece a la Sociedad para el Estudio de la Adicción.

El objetivo de la investigación fue determinar el efecto de la severidad de la cirrosis sobre la sobrevida de los pacientes afectados por esa enfermedad como consecuencia de la ingesta de alcohol.

Como datos se incluyeron los resultados de biopsias de hígado de 100 pacientes afectados de cirrosis hepática debida al alcohol, realizadas entre el 1 de enero de 1995 y el 31 de diciembre de 2000. Se revisaron también los antecedentes médicos de cada caso para determinar varios factores clínicos, incluyendo la cantidad de alcohol que tomaban esas personas.

Usando datos de mortalidad del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, Sheron encontró que el factor más importante para determinar la sobrevida a largo plazo de los enfermos de cirrosis hepática es si siguen o no tomando alcohol. En cambio, el investigador halló que el grado de cirrosis encontrado en las biopsias de hígado era un factor menos importante para la sobrevida de los pacientes. La abstinencia del alcohol, dejar de beber, es según este estudio un factor más importante para determinar la sobrevida.

Las cifras indicaron en promedio siete años de sobrevida para el 72% de los pacientes que habían dejado de beber, contra un 44% de sobrevida para los pacientes que continuaban bebiendo alcohol.

Rio Negro Online - 20 de mayo de 2009 - Leer la nota completa

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