Alta incidencia de padecimientos hepáticos en Puebla

La incidencia de padecimientos hepáticos en Puebla es muy alta, al grado que ocupa el tercer lugar en frecuencia de cirrosis hepática por alcohol, así lo comentó la Dra. Gisela Rodríguez López Gastroenteróloga endoscopista, miembro de la Asociación Mexicana de Gastroenterología.

La cirrosis consiste en un endurecimiento del tejido hepático además de que se produce la debilitación o muerte de las principales células del hígado, los hepatocitos (los cuales son responsables de impedir que las sustancias tóxicas lleguen al cerebro). Cuando el consumo de alcohol se da en exceso se puede producir este padecimiento.

"Si la cirrosis no se controla, se desarrolla otra enfermedad de mayor riesgo, como es la encefalopatía hepática", continúa la especialista. La Encefalopatía Hepática que se presenta hasta en el 30% de los pacientes con cirrosis, consiste en un trastorno de las funciones cerebrales que afecta las funciones intelectuales, la personalidad, conciencia y funciones neuromusculares. El daño ocasionado por este padecimiento puede llegar a ser bastante grave, ya que la persona tiene gran probabilidad de caer en coma e incluso morir. Los síntomas a menudo son muy ligeros, y por eso difícil de detectar.

La Encefalopatía Hepática es reversible en los pacientes con daño hepático leve. Pero como desgraciadamente los pacientes casi siempre llegan al médico con un hígado muy dañado, se hace necesario tener un apoyo y monitoreo continuo de su enfermedad.

"La recomendación es llevar una dieta baja en grasas, no automedicarse (ya que varios fármacos dañan al hígado) y, sobre todo, no ingerir alcohol, ya que estos factores favorecen que se presente un daño hepático", continúa la Dra. Rodríguez.

Investigaciones realizadas en Alemania han encontrado que el uso de la combinación de dos sustancias llamadas L-ornitina y L-aspartato (Hepa-Merz), es de gran utilidad para apoyar el trabajo de depuración o detoxificación que el hígado debe cumplir en los pacientes con cirrosis y que, como hemos explicado, no realiza con eficiencia cuando se padece esta enfermedad. "Cuando se le administra este tratamiento a los pacientes, se ve una evidente recuperación, no solo en su estado de encefalopatía hepática sino su calidad de vida, su actividad física, en general le da a los pacientes una mejoría en muchos aspectos", concluyó la Dra. Rodríguez.

Econsulta - 18 de marzo de 2009 - Leer la nota completa

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