Virus GB tipo C en personas coinfectadas por VIH y VHC

Un estudio muestra que su presencia se asocia con una progresión más lenta de la enfermedad hepática

El virus GB tipo C (VGB-C), también conocido como virus de la hepatitis G, aunque está relacionado con el virus de la hepatitis C (VHC), no parece provocar ninguna enfermedad ni empeorar la que ocasiona el propio VHC. Diversos estudios anteriores han mostrado que la coinfección por VGB-C se asocia con una progresión significativamente más lenta de la infección por VIH. Ahora, según un estudio publicado en la edición de diciembre de 2007 de la revista Gastroenterolgy, en personas coinfectadas por VIH y VHC, la presencia de VGB-C podría también proteger de la progresión de la enfermedad hepática.

"El VGB-C se relaciona con una reducción significativa de la enfermedad hepática asociada al virus de la hepatitis C en el contexto de la coinfección por VIH y VHC", ha declarado a Reuters Health Mark D. Berzsenyi, del Hospital Alfred en Prahran (Victoria, Australia). "Si el mecanismo pudiese identificarse con claridad y reproducirse in vitro, quizá en el futuro podría ser la base de un nuevo enfoque terapéutico", ha destacado el experto.

Berzsenyi y su equipo de colaboradores quisieron evaluar la influencia de la infección por VGB-C sobre la enfermedad hepática en 158 personas coinfectadas por VIH y VHC que nunca habían tomado tratamiento para la hepatitis C.

Un total de 57 participantes (36%) tenía ARN del VGB-C detectable, y 94 (59%) manifestaban indicios de una exposición anterior a este virus.

No se observaron diferencias significativas en la carga viral del VIH, duración de la infección por este virus o tiempo desde el diagnóstico de VIH hasta el de SIDA entre las personas con y sin VGB-C. Sin embargo, según los investigadores, los recuentos de CD4 fueron más altos, aunque no de forma significativa, en el grupo con VGB-C activo. Treinta y cuatro personas (21%) tenían cirrosis: compensada en 20 participantes y descompensada en 14.

En un análisis multivariable, una viremia activa del VGB-C se asoció con reducciones significativas en la tasa de cirrosis compensada y descompensada (cociente de riesgo [CR]: 0,27; p=0.03). Asimismo, junto con mayores recuentos de CD4 durante el seguimiento, un ARN del VGB-C activo se relacionó también con una supervivencia mayor sin cirrosis (p=0,006). Sin embargo, no se evidenció un efecto significativo de una viremia activa del VGB-C sobre la tasa de muerte por fallo hepático o supervivencia en general.

Sobre la base de estos hallazgos, los autores del estudio señalan: "En estos pacientes coinfectados por VIH y VHC, el ARN del VGB-C activo se asoció con una reducción significativa de la gravedad de la enfermedad hepática asociada con el virus de la hepatitis C."

"Se ha planificado un nuevo trabajo que confirme de forma prospectiva los resultados de este estudio con otro multicéntrico", afirma el Dr. Berzsenyi. Y añade: "En la actualidad, estamos también estudiando el mecanismo de acción e intentaremos, así, ampliar los resultados de este trabajo. Entre los aspectos a estudiar, se incluiría el efecto del VGB-C en las personas coinfectadas por VIH y VHC que están considerando iniciar la terapia para el virus de la hepatitis C." Se sabe que el tratamiento para el VHC es también eficaz frente al VGB-C, por lo que existe preocupación por el efecto que podría tener la eliminación de este virus durante la terapia con interferón pegilado y ribavirina (véase La Noticia del Día 26/07/06).

Dado que la coinfección por VGB-C parece tener un efecto beneficioso sobre la infección por VIH y la enfermedad hepática asociada al virus de la hepatitis C, algunos investigadores sugieren que el VGB-C pueda utilizarse, en un futuro, como un tipo de terapia.

En un editorial de la misma revista, Jack Stapleton, de la Universidad de Iowa (EE UU), señala que los futuros trabajos que evalúen el efecto del VGB-C sobre la enfermedad hepática asociada al virus de la hepatitis C deberían incluir cohortes de pacientes mucho más variadas, con personas con VHC y con otras formas de enfermedad hepática, y con y sin infección por VIH. En su opinión, la variedad de participantes permitirá determinar si este efecto se limita a las personas con VIH, y si este resultado es específico para el daño hepático provocado por el virus de la hepatitis C.

Fuente: Creative Commons. Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt) www.gtt-vih.org. Barcelona. Con el apoyo de la Secretaría del Plan Nacional del SIDA. Ministerio de Sanidad y Consumo (España). http://www.msc.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/home.htm

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