Tratamiento de la hepatitis C a usuarios de drogas inyectables

Tradicionalmente, se ha evitado el tratamiento de la hepatitis C en usuarios/as de drogas inyectables, aun cuando las actuales directrices de tratamiento recomiendan que las decisiones se tomen analizando caso a caso.
Por fortuna, esto ha empezado a cambiar. La experiencia en el tratamiento del VIH confirma que es posible que las personas usuarias de drogas mantengan adhesión a los antirretrovirales, y las tasas de respuesta en los ensayos clínicos de tratamiento del VHC en UDI son similares a las descritas en personas no usuarias.

Las personas con un historial de depresión son más propensas a desarrollar este cuadro durante el tratamiento del VHC. También la pueden sufrir personas que no hayan estado deprimidas en el pasado. Si te preocupan los efectos secundarios psiquiátricos del tratamiento del VHC, pero quieres tratar tu hepatitis C, considera la posibilidad de obtener apoyo en servicios de salud mental.

Algunas personas pueden manejar el tratamiento del VHC mientras siguen tomando drogas, otras han descubierto que interrumpir o rebajar el consumo de las mismas les ha ayudado a prepararse para, y permanecer en, tratamiento del VHC. Esto pudo llevarse a cabo mediante un programa de autoayuda, asesoramiento (counselling), tratamiento con fármacos o sustitución de heroína, mantenimiento con metadona, implantes de naltrexona o uso de buprenorfina.

Aumentar la dosis de metadona ha ayudado a algunas personas a manejar los efectos secundarios del tratamiento del VHC.

Si aún sigues usando drogas inyectables, pide a tu médico/a o al programa local de intercambio de jeringuillas que te proporcionen información sobre inyección segura para reducir el riesgo de reinfección por VHC (y de otras infecciones).

Preocupaciones de las personas en proceso de recuperación
Muchas personas temen recaer en el uso activo de drogas, ya que los síntomas del interferón son muy similares a los del síndrome de abstinencia provocado por los opiáceos

El riesgo de recaída es menor cuando los efectos secundarios son tratados de forma rápida y eficaz, y cuando se cuenta con counselling y apoyo de iguales y de profesionales de la salud mental.

A algunas personas les preocupa la autoinyección de interferón pegilado. Si es posible, las inyecciones deben administrarse una vez a la semana por un/a enfermero/a para evitar que se produzca una recaída en el consumo de drogas inyectables.

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I-Base, 21 de octubre de 2008, leer nota completa

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