Tratamiento de la cirrosis en hepatitis C - Nueva estrategia

Un equipo de investigadores españoles ha demostrado que la terapia habitual para la hepatitis C (el interferón pegilado y la ribavirina) puede ser útil para determinados pacientes que sufren cirrosis, una de las principales consecuencias de la enfermedad hepática.

Una de las principales causas de trasplante hepático es la infección por virus de la hepatitis C. Hasta hace muy poco a los pacientes que, además, tenían cirrosis sólo se les podía curar poniéndoles un hígado sano y se reservaban los fármacos para los sujetos que se encontraban en fases menos avanzados de la enfermedad.

Sin embargo, ahora se conoce que estos medicamentos también pueden frenar la progresión de la cirrosis e incluso ayudar a que el hígado mejore su capacidad funcional. Por ello, las indicaciones de tratamiento con interferón pegilado y ribavirina se han ampliado a estos pacientes cirróticos.

No obstante, uno de los problemas más importantes que tienen estos enfermos es que muchos no toleran el tratamiento porque tienen anemia o los leucocitos o las plaquetas bajas. Estas "citopenias" (el nombre médico que indica la reducción del número de células plasmáticas en la sangre), son debidas, en parte, a un exceso de funcionamiento del bazo (una víscera situada a la izquierda del estómago).

En el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, los doctores José Foruny, del Departamento de Digestivo, Javier Blázquez de Radiología intervencionista y Santiago Moreno de Infecciosas, han evaluado a ocho pacientes cirróticos por el virus de la hepatitis C que tenían las plaquetas muy bajas, lo que impedía el tratamiento farmacológico. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista "European Journal of Gastroenterology and Hepatology".

Tras la intervención

Los individuos fueron sometidos inicialmente a una intervención quirúrgica que consiste en obstruir la entrada de sangre en el bazo con la intención de reducir el tamaño del mismo.

El estudio demuestra que al hacer esta operación los niveles de plaquetas, glóbulos rojos y globulos blancos mejoran significativamente y que los pacientes pueden ser entonces tratados con las medicinas sin necesidad de reducir las dosis de medicamentos. Al poder hacer el tratamiento completo las posibilidades de éxito son mucho mayores.

Los autores creen que "aunque los resultados son todavía preliminares es posible que esta estrategia que es fácil y segura se pueda usar en algunos pacientes cirróticos por virus de la hepatitis C que de otro modo sólo tendrían la alternativa del trasplante".

Fuente : el Mundo salud

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